La imagen de un perro con las orejas y el hocico tatuados provocó una seguidilla de críticas en las redes sociales. Su dueño, un tatuador brasilero de nombre Emerson Damasceno, fue acusado de “maltrato animal”, entre otras calificaciones.

El pichicho, un bull terrier –según se observa–, tiene cinco diseños, incluido un extenso dibujo en su hocico.

Al tanto de las críticas, Emerson cambió su apellido a Candido y borró las imágenes del can, informa el diario Metro.

El medio británico señala que el tatuador dijo que lo había hecho porque creía que de este modo “protegería a su perro de un cáncer”.

Emerson, el tatuador, y su perro, antes de los diseños.