Pirotecnia cero. Es la premisa del municipio en estas fiestas. A tal punto que desde la Guardia Urbana Municipal (GUM) adelantaron que dejarán a la orden de la Justicia provincial a los padres de los menores de edad que resulten lesionados por el uso de cohetes y otros explosivos en la noche del 31 de diciembre. "Hay que entender que hay responsabilidades en términos legales. El abandono de persona sigue vigente por más que se mire para otro lado”, resumió Mariano Savia, abogado y director de la GUM.

Los padres, responsables y tutores deberán responder ante la Justicia si los niños que están a su cargo sufren lesiones ya sean leves o graves por el uso de pirotecnia en los festejo de fin de año. Así lo manifestó el funcionario municipal. “Tienen responsabilidades y si se determina que se ha producido un suministro de pirotecnia o no han controlado al sector más vulnerable que es la niñez los pondremos a disposición de la Justicia provincial previo cotejo con los hospitales”, explicó.

En este sentido, el municipio se propone hacer un cruce de datos entre los ingresos al hospital de Niños Víctor J. Vilela y Clemente Álvarez (donde llegan la mayoría de los casos de quemados por uso de explosivos) para analizar las causas y las consecuencias de cada caso particular.

“Es sorprendente como algunos artículos en los hechos se han derogado pero no en el código penal. Hay que tener una actitud firme de los padres y de toda persona con responsabilidad legal sobre ese menor”, señaló y abundó: “Recomendamos mantenerlos alejados y aseguramos que en el caso que prima facie haya responsabilidad penal vamos a dejar que la Justicia resuelva”.

En tanto, si hubo negligencia o responsabilidad de los mayores y se produjeron lesiones leves o de importancia en los niños pueden corresponder ciertas penas. “Podría darse prisión de un mes a un año para los daños menores y por abandono de persona serían hasta 6 años de cárcel”, apuntó.

Por último, señaló que la idea es trabajar “para presente y para un mediano plazo pero no para el titular del sábado”. “No hay responsabilidad social sin concientización ciudadana ni participación del Estado”, concluyó.