Declaración de la Conferencia Regional de Educación Superior en América Latina y el Caribe

Las conclusiones surgidas del encuentro, plantean los retos y las oportunidades que se trazan en la educación superior, así el documento publicado en el sitio de la CRES, subraya la importancia de la integración regional y de los cambios en el contexto global, destacando que “el objetivo es configurar un escenario que permita articular, de forma creativa y sustentable, políticas que refuercen el compromiso social de la Educación Superior, su calidad y pertinencia, y la autonomía de las instituciones”. Es decir, políticas de pertenencia y calidad que induzcan el desarrollo de “alternativas e innovaciones en las propuestas educativas, en la producción y transferencia de conocimientos y aprendizajes, así como promover el establecimiento y consolidación de alianzas estratégicas entre gobiernos, sector productivo, organizaciones de la sociedad civil e instituciones de Educación Superior, Ciencia y Tecnología”, sin dejar de tener en cuenta la riqueza de la historia, el arte, la cultura de la región para, de esta manera, consolidar una sociedad latinoamericana y caribeña sólida e integrada.

En esta Declaración, la Cres 2008 cree necesario que todos los miembros de las comunidades educativas, en particular los encargados de decidir políticas y estrategias, consideren los “planteamientos y las líneas de acción que se han derivado del debate sostenido en ella acerca de las prioridades que la Educación Superior debe asumir, sobre la base de una clara conciencia respecto de las posibilidades y aportes que ésta reviste para el desarrollo de la región.” Al mismo tiempo, se comprende que, si bien, “se ha avanzado hacia una sociedad que busca cambios y referentes democráticos y sustentables, aún faltan transformaciones profundas en los ejes que dinamizarán el desarrollo de la región, entre los cuales, uno de los más importantes, es la educación y en particular la Educación Superior.”

Por esta razón, entre las conclusiones obtenidas, los participantes destacan que “la integración regional y el abordaje de los desafíos que enfrentan nuestros pueblos requieren enfoques propios que valoren nuestra diversidad humana y natural como nuestra principal riqueza”, y que se debe considerar a la educación superior como derecho humano y bien público social. Además, el documento explicita que para asegurar el crecimiento de la cobertura educacional se hace imprescindible que se generen estructuras institucionales y propuestas académicas que garanticen el derecho a la educación superior y la formación de personas competentes que puedan mejorar el “soporte sociocultural, técnico, científico y artístico que requieren los países de la región”.

Desde este punto de vista, en la Declaración se aclara que “es preciso hacer cambios profundos en las formas de acceder, construir, producir, transmitir, distribuir y utilizar el conocimiento superior. Las Universidades, tienen la responsabilidad de llevar a cabo la revolución del pensamiento, pues ésta es fundamental para acompañar el resto de las transformaciones”. De la misma manera, el documento define este rol importante en la superación de las desigualdades científica y tecnológica con los países más desarrollados y de la misma región; así como comprenden que es imprescindible la conformación de redes académicas, la “prevención de la sustracción de personal de alta calificación por vía de la emigración”, y la necesaria integración regional e internacionalización como núcleos claves y desafíos a concretarse en los años venideros.