Aunque el preservativo es un reconocido y eficiente método anticonceptivo y profiláctico, muchos hombres se rehúsan a utilizarlo a pesar de los riesgos de contraer enfermedades venéreas. Para el urólogo Omar Moya, los motivos son tanto orgánicos como psicológicos, aunque éstos últimos son los más poderosos.

En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, el especialista señaló que los motivos del rechazo masculino al condón son dos. Por un lado, la insatisfacción que les produce a algunos hombres llevar adelante una relación sexual con protección; y por otro, el obstáculo que supone para otros –sobre todo aquellos que padecen alguna patología de disfunción erectil– mantener la erección al tener que interrumpir el “jugueteo previo”, para colocarse el preservativo.

En este último caso, a un problema funcional se suma un impedimento de tipo psicológico.

“Para quienes vienen con un problema sexual, el uso del preservativo en un determinado momento hace más difícil lograr la erección”, observó.

Con todo, destacó que la tendencia que hace un tiempo se registra es la opción por el condón. Sobre todo en la población joven.