Se diagnostica hipertensión arterial cuando se detectan valores elevados de presión arterial que corresponde a más de 140 mmHg de presión sistólica (comúnmente llamada máxima) y/o más de 90 mmHg de presión diastólica (comúnmente llamada mínima) en más de una ocasión. 

¿Qué es la presión arterial?

El corazón bombea la sangre a través de las arterias que a su vez ofrecen cierta resistencia al contener ese flujo. Entre ambos determinan en gran parte la presión arterial.

La presión arterial elevad. representa un mayor esfuerzo de bombeo para el corazón  y una mayor presión sobre las paredes de las arterias. Esto genera un aumento del grosor del músculo del corazón (hipertrofia) y favorece el depósito de colesterol en las arterias. Estas placas de colesterol en las paredes de las arterias pueden ir tapando la luz de las mismas de a poco o pueden lastimarse y provocar la formación de un coágulo que tapa en forma súbita la misma (lo que produce comúnmente los infartos).

La presión arterial se eleva por igual en todos los órganos del cuerpo pudiendo afectar a los mismos. Los más frecuentemente afectados además del propio corazón son:

- Los riñones: las arterias a la altura de los riñones formas “ovillos” por donde se filtra la sangre. La hipertensión arterial afecta progresivamente este filtrado provocando el deterioro del funcionamiento de los riñones  y a su vez el mal funcionamiento de los riñones afectan aún más la presión arterial.
- El sistema nervioso central: de la misma manera como fue descripto en el corazón pueden afectarse las arterias del cerebro predisponiendo a los infartos o llamados accidentes cerebrales o puede provocar rotura de las arterias causando sangrados.
- La aorta: puede provocar su dilatación causando los llamados aneurismas.
- Además puede afectar las arterias de la piernas causando dolor al caminar, dañar las arterias de la retina (ojos) y producir impotencia en los hombres.

¿Cómo me controlo? ¿Cómo se diagnostica?

Es muy importante saber que la hipertensión arterial puede no dar síntomas por mucho tiempo hasta que afecte uno de los órganos mencionados. Por eso la importancia de controlarse aún sin haber tenido ningún signo ni síntoma.

Es frecuente luego de los 40 años de edad pero puede presentarse a edades más tempranas.

Si bien aquella persona que tiene antecedentes familiares tiene mayor predisposición a tener esta enfermedad puede dars. el diagnóstico si ningún antecedente.

Un procedimiento tan sencillo como es la toma de presión arterial en los brazos es suficiente para detectarlo antes de que aparezcan signos o síntomas de afectación de algún órgano.

 

 

Fuente: fundacionecla.org