Emmanuel Deta Bimont
¿De qué sirve una playa de estacionamiento gratuito para 2 mil autos con la mejor seguridad y emplazada en un complejo comercial? Al parecer, de ornamento.
Los habituales rosarinos y visitantes que recorren el Alto Rosario parecen preferir estacionar en la bicisenda sobre calle Junín (a pesar de que a sólo unas maniobras de distancia hay toda una playa de estacionamiento exclusiva), e ignorar completamente las expresas señales de "prohibido estacionar" y "bicisenda", con la mayor impunidad.
Nuevamente, Rosario muertra sus falencias en tránsito (más precisamente, su total desprecio a la ley de tránsito), y esta vez más evidentemente a los numerosos turistas que recorren cada fin de semana uno de los cinco centros comerciales más grandes del país.
Esta es la imágen de Rosario que damos, esta es otra de las fallas por las que nadie hace nada. Vivimos en una sociedad, y para eso hay reglas de convivencia que deben ser respetadas.