A quién no le pasó eso de guardar los auriculares del celular –o cualquier otro dispositivo móvil– en un bolsillo o en el bolso y, al momento de usarlos, están hechos un bollo. Ante la prueba, un grupo de investigadores del Departamento de Física de la Universidad de California, en San Diego, pusieron manos al cobre para dilucidar el porqué.

Bajo el título "Anudamiento espontáneo por agitación de un cable" ("Spontaneous knotting of an agitated string",e en inglés) Dorian Raymer y Douglas Smith presentaron un estudio que indaga cuáles son las razones que llevan a que los cables se anuden sin razón aparente.

¿Y a qué conclusión llegaron? El problema de los auriculares es que su cable mide más de 46 centímetros de largo. Sí, como suena, literalmente.

A partir de las pruebas realizadas, es casi imposible que un cable de menos longitud se anude cuando es expuesto a agitación. A partir de esa medida, y hasta los 150 centímetros de longitud, la posibilidad de que el cable se enrede y forme nudos aumenta hasta un por ciento.

La experiencia, según explica el sitio Business Insider, se realizó introduciendo en una caja cables de diferente longitud y sometiéndolos a diversos niveles de agitación.

El resultado, de las 3.415 experiencias que se llevaron a cabo, indica que el principal factor al momento de anudar los cables es el de la longitud y no la fuerza o la frecuencia con que se los agita.

En suma, no importa cuánta atención se ponga a la hora de guardar los auriculares: si el cable mide más de  más de 46 centímetros y está expuesto al  movimiento, indefectiblemente se va a anudar.

Y todo por simple física; alcanza con un primer cruce para que todo termine en un bollo.

 Este el recorrido que sigue el cable hasta llegara al nudo