El alcohol no afecta de la misma manera a todo el mundo. Algunas personas se embriagan con una pequeña cantidad, mientras otras parecen no tener límite y permanecen sobrias tomando mucho más durante más tiempo.

Tomar mucho alcohol perjudica la salud a corto y a largo plazo. Los efectos inmediatos pueden variar, dependiendo de tu estado general de salud y de qué tan frecuentemente tomas.

Pero también hay una serie de características biológicas y físicas que influyen en cómo nuestro cuerpo reacciona a la bebida.

Te explicamos cuáles son.

- Mujeres: Si sos mujer, es más probable que sientas los efectos del alcohol que si eres hombre. Las mujeres son, generalmente, de menor tamaño que los hombres y tienen un mayor porcentaje de grasa corporal. El alcohol no es bien absorbido por el tejido graso, por eso en las mujeres se acumula una mayor concentración de éste en la sangre, con efectos más fuertes. Por el contrario, si sos un hombre es más probable que seas más grande y tengas menos grasa corportal, por lo que la misma cantidad de alcohol se diluirá a una concentración más baja.

- Personas de edad avanzada: A medida que envejecés, disminuye tu resistencia a la bebida. La gente de más edad suele tener menos cantidad de agua en el cuerpo que la gente joven, lo cual significa que el alcohol se acumula a una concentración más alta. Además, tus células se vuelven más sensibles al alcohol con la edad, por eso órganos como el cerebro sienten los efectos del alcohol más rápidamente.

Sin embargo, eso no significa que los bebedores más jóvenes siempre reaccionen mejor al alcohol. De hecho, algunas investigaciones sugieren que el alcohol es especialmente peligroso para el cerebro de la gente joven, porque todavía está en desarrollo.

- Personas grandes o con sobrepreso: Si tenés una constitución grande o tienes sobrepeso, es posible que hayas notado que puedes tomar más que tus amigos de menor tamaño sin llegar a embriagarte.

Esto se debe a que tenés más sangre en tu cuerpo, por lo que la misma cantidad de alcohol se diluye mejor, causando menos estragos en el cerebro y en otros órganos que en personas más pequeñas. Además, si tienes un cuerpo grande, tu hígado también es mayor y puede procesar la misma cantidad de alcohol más rápidamente.