Es probable que mucha gente comience, por estos días, a ver la miniserie Game of Thrones. No, no es un estreno. Es que la ficción generó en Estados Unidos una importante polémica. Tan importante que obligó a la cadena HBO a pedir perdón públicamente.

El tema es así: en una escena que aparece al final de la primera temporada se registran decapitaciones. Y una de las decenas de cabezas que aparecen clavadas en lanzas se parece ¿demasiado? al ex presidente George W. Bush. Hay que hacer zoom y mirar detenidamente. Pero, se sabe, hay mucha gente con tiempo libre.

Y, en caso de que se lo hubieran perdido, al editarse el DVD de la serie se plantea el tema entre los comentarios. "La cabeza de George Bush aparece en varias escenas en las que hay decapitaciones. Pero no es un hecho deliberado, ni una posición política", se escucha. Y sigue: "Usamos muchas reproducciones de varias partes del cuerpo a lo largo de la serie: brazos, cabezas, etc. Como no podemos empezar a armarlas desde cero, lo que hacemos es comprar esas partes al por mayor. Luego de que filmáramos la escena, alguien dijo que esa cabeza se parecía a la de Bush".

Ante la polémica, la cadena HBO debió disculparse. "No quisimos faltarle el respeto al ex presidente. Pedimos disculpas si se entendió de otra manera", se lee en el documento.

Lejos de afectarla, la serie probablemente sume adeptos tras esta polémica. De hech, la ficción ya va por la segunda temporada y tiene confirmada una tercera.