La protesta de los efectivos de Prefectura y Gendarmería por recortes salariales continuó también en Rosario todo este miércoles y se extendía por la noche, con movilizaciones frente a ambas sedes locales, a pesar de la marcha atrás del gobierno nacional, que suspendió el decreto que modificó la liquidación de sueldos.

Las movilizaciones se producían en la repartición de la primera de las fuerzas (Belgrano y bajada Sargento Cabral), mientras los gendarmes se manifestaban en bulevar Oroño: al mediodía marcharon desde zona sur a pie, y al anochecer permanecían apostados frente a la sede ubicada a la altura de 3 de Febrero.

En ambos casos desplegaban carteles en reclamo de un “sueldo digno” y del blanqueo de parte del salario, y contaban con el apoyo in situ de familiares y de suboficiales del Ejército. También de muchos automovilistas que pasaban el lugar y que apoyaban la protesta con bocinazos.

De todos modos, los agentes en actividad y retirados de Prefectura dejaron en claro que no se suspendió la actividad en la fuerza, que siguió cumpliendo su trabajo en forma normal. “Esto no es un acuartelamiento ni un alzamiento”, dijo uno de ellos durante un móvil en vivo con el programa De 12 a 14, de El Tres.

El reclamo empezó por el recorte de sueldos, pero fue más allá con el correr de las horas: pedían un sueldo mínimo de 7 mil pesos para “no tener que salir a lavar barcos o hacer adicionales en forma clandestina”. El periodista Pedro Levy mostró un recibo de sueldo del mes pasado, es decir sin los recortes, de 4.300 pesos, y otro de un retirado de 2.027 pesos.

“Nunca en la historia de Prefectura hubo un malestar como el de hoy”, resumió un integrante de la fuerza. Y agregó que cobran los viáticos de manera muy irregular y que, encima, deben pagarse con ellos la comida diaria durante las horas de servicio.

Más tarde, los efectivos dijeron al móvil del noticiero Telenoche que permanecerían en los citados lugares “hasta encontrar una respuesta”. No les conformaba el descabezamiento de ambas fuerzas a nivel nacional, ya que “el reclamo pasa por otro lado”, dijeron.

“No peligra la democracia”

Por su parte, José Cánepa, representante local de Gendarmería, aclaró en diálogo con el periodista Juan Pedro Aleart que con esta movilización “no se está poniendo en peligro la democracia ni la conducción política actual”.

“Sólo pedimos que se derogue el decreto –que fija el recorte salarial– y también el blanqueo de los sueldos. Que cada uno tenga mínimamente para llevar un plato de comida en su casa”, aseveró, y agregó que en esa fuerza confían “plenamente en los que fueron asignados en la cúpula” este miércoles.