Luego de sufrir y hasta llorar la eliminación de la Selección en el Mundial de Alemania, todo lo que podía esperar el hincha argentino hasta el final del campeonato se dio este sábado. Podrá decirse que es de perdedores festejar alegrías o desgracias ajenas pero, ¿quién no esperaba que Francia deje afuera a los brasileños y que Portugal haga lo propio con ingleses? Uno, rival histórico en el plano futbolístico. El otro, por cuestiones que exceden el verde césped. Pero los dos, muy poco queridos en esta parte del mundo y menos si hay un Mundial de por medio. Durante el mediodía, el primero en recibir el aliento a la distancia desde esta parte del mundo fue Portugal. Y vaya si alcanzó: empataron ante Inglaterra y en los penales los mandaron a casa. Después, los argentinos se pusieron la azul –no la alternativa de la albiceleste, sino la del gallito– y sufrieron con Francia-Brasil, para explotar con el gol de Herny, que borró a los de Parreira de su camino al hexacampeonato. Algo es algo para un pueblo que estaba muy ilusionado y recibió un fuerte y hasta injusto revés, pero que 24 horas más tarde al menos recuperó las ganas para disfrutar el fin de semana.