Una nueva prótesis para el brazo con control mental, creada en Austria y puesta a prueba durante dos años por un joven de 22 años, ha sido mejorada con una tecnología que devuelve al usuario parte de la sensibilidad perdida en los dedos.

El prototipo de la "Mano Sensible", el brazo con control mental creado por la compañía Otto Bock HealthCare Products en colaboración con el Hospital General de Viena y la Universidad de Medicina de la misma ciudad, fue presentado hoy por primera vez.

Hubert Egger, de la citada empresa, destacó en una rueda de prensa que a la prótesis por control remoto que desde hace dos años usa Christian Kandlbauer y que incluso le permite conducir un coche adaptado mínimamente a su situación, se le ha instalado un sistema que le devuelve la sensibilidad de un dedo.

Unos "microsensores" en el dedo corazón de la mano artificial asumen la tarea que normalmente cumplen los receptores naturales de la piel.

En sustitución de las fibras de los nervios, cables eléctricos transmiten de forma digital la información sobre temperatura, vibración y presión hasta el pecho, donde Kandlbauer almacena esos estímulos tras una operación quirúrgica.

Por otro lado, para que el cerebro comprenda los mensajes eléctricos que recibe, éstos son convertidos previamente por un microchip en los estímulos correspondientes.

Así es como, finalmente, el paciente vuelve a experimentar, con su dedo artificial, las mismas sensaciones que percibía con su dedo natural.

"Siento una agradable presión de mano", dijo al recibir un apretón de manos Kandlbauer, que en 2005 perdió ambos brazos en un accidente eléctrico.

También demostró como pudo a través de su dedo artificial reconocer al tacto como "un objeto liso" una hoja de papel, y calificó de "frío" un cubito de hielo.

"Cuando no has sentido nada durante cuatro años y de repente vuelves a sentir, es una sorpresa", dijo Kandlbauer.

Fuente: EFE