El documental británico Camino a Guantánamo, el drama El viento que acaricia el pradio y el musical La canción más triste del mundo son las tres películas que este jueves llegan a la cartelera rosarina.

Dirigido por el talentoso Michael Winterbottom, junto a Mat Whitecross, Camino a Guantánamo es un documental de origen británico que retrata la historia de cuatro amigos inglese que en septiembre de 2001 viajaron a Pakistán para asistir al casamiento de un amigo. Tras los atentados en Nueva York y la declaración de guerra de Estados Unidos a los islámicos, no les resultó fácil volver a casa: tardaron dos años y medio. Su viaje los llevó desde Tipton hasta Karachi, Kandahar, Kabul y Konduz, donde fueron capturados por la Alianza del Norte (formada por enemigos del régimen talibán) y luego pasaron a manos de los estadounidenses. Desde allí, fueron trasladados a la base norteamericana de Guantánamo, en Cuba, donde permanecieron más de dos años prisioneros, sometidos a incontables humillaciones y torturas. El 5 de marzo de 2004 fueron trasladados al Reino Unido. Tras ser interrogados, fueron puestos en libertad sin cargos.

Conocido por sus películas comprometidas, el director británico Ken Loach no desilusiona a sus seguidores con El viento que acaricia el prado, recienta ganadora de la Palma de Oro, máximo premio del Festival de Cine de Cannes. En esta oportunidad, el realizador se mete en el conflictivo terreno de la guerra por la liberación de Irlanda, ocupada desde el siglo XII por los ingleses. El film retrata el despertar político de un médico que está por dejar su pueblo de Irlanda para ir a perfeccionarse en Londres, cuando es testigo de los abusos del despiadado cuerpo de guardias inglés que mata salvaje y arbitrariamente a uno de sus amigos. Entonces decide entregar su vida a la resistencia y pasa a formar parte del ejército de guerrilla del IRA.

Ambientada en Canadá, en los años 30, La canción más triste del mundo es un drama musical cuenta la historia de Lady Helen, una empresaria cervecera de Winnipeg. Durante la gran depresión económica, la mujer organiza un concurso con un premio de 25 mil dólares para quien componga la canción más triste del mundo. La competencia se torna un desfile de personajes extraños de todas partes del planeta. Mark Mckinney, Isabella Rossellini, Maria De Medeiros, David Fox y Ross Mcmillan integran el elenco.