Las estadísticas indican que en América Latina entre el 40 y el 50% de los jóvenes de ambos sexos, y entre el 30 y el 40 % de los mayores de 25 años, consumen menos del 50% de la dosis de calcio aconsejada para su edad.

Esta deficiencia de calcio, y su persistencia a lo largo de la vida, alerta acerca de un problema nutricional generalizado, ya que constituye uno de los agentes responsables de la elevada incidencia de osteoporosis en la edad adulta, así como de la frecuencia de fracturas en cadera, muñecas y a nivel de la columna dorsal.

La ingesta de calcio recomendada para un adulto es de 1000 miligramos diarios. Para cumplir con estos requerimientos se debe conocer que la leche y el yogurt tienen, en promedio, 100 miligramos de calcio por cada 100 gramos. Por lo tanto, con un par de vasos de leche o yogurt por día se cubre el 50% de los requerimientos.

Con un poco de queso y una dieta variada es posible cubrir el 50 % restante. Sin embargo, la disponibilidad de alimentos que aportan calcio, es inferior al 75% de la cifra recomendada por habitante debido a la baja ingesta de lácteos, frutas y verduras.

La osteoporosis es una de las enfermedades de gran incidencia en algunos países de América Latina, que afecta en especial a las mujeres, aunque también da a los hombres. En ellos los huesos afectados se vuelven porosos y se fracturan con más facilidad que un hueso normal. Por eso, la ingesta adecuada de calcio desde la niñez ayuda a prevenir esta enfermedad.

Pero también para alcanzar los niveles óptimos de calcio se debe aumentar el consumo de productos lácteos y de ciertos vegetales que son ricos en calcio, si esto no es posible se deben administrar suplementos con control médico y bioquímico.

Fuente: La república