Chocolet, una leche chocolatada que contiene el lactobacilo probiótico CRL 1505, de probada eficacia en la prevención de las infecciones gastrointestinales y respiratorias, dos problemas muy prevalentes en la infancia, comenzará a distribuirse desde el mes de setiembre.

Este lactobacilo se distribuye actualmente entre unos 200.000 escolares de la provincia de Tucumán a través de Yogurito, el yogur producido por una empresa láctea local; y de BioSec, un polvo concentrado y deshidratado que puede agregarse a la leche común y aportar sus beneficios. El primero comenzó a utilizarse en 2008 y el segundo en 2010.

"La idea fue generar un producto similar a otros que existen en el mercado comercial pero agregándole el componente probiótico. De esta forma, el niño no se cansa con Yogurito y se lo va implementando en los mismos programas, alternando entre estos dos productos", explicó Graciela Font de Valdez, directora del Centro de Referencia de Lactobacilos (Cerela), el área del Conicet de donde partieron estos desarrollos.

El Lactobacillus rhamnosus CRL 1505 contenido en Yogurito, Biosec y ahora en Chocolet actúa en una primera instancia estimulando la producción de inmunoglobulina A, los anticuerpos que constituyen la defensa inicial contra los patógenos invasores (virus y bacterias) antes de que penetren en el plasma. En una segunda instancia, estimula la producción de determinadas clases de citoquinas que previenen las infecciones intestinales. Luego, un grupo de bacterias lácticas migra hacia las vías respiratorias y contribuye con la inmunidad de ese sistema.

Ya está todo listo para comenzar a producir la leche chocolatada. Se hicieron las primeras pruebas y los resultados volvieron al laboratorio del Cerela para chequear que los resultados fueran los proyectados. "Actualmente Conicet está trabajando en abrir una convocatoria para todas aquellas pymes o empresas lácteas interesadas en incluir este tipo de desarrollos en sus productos. Con la leche Bio fue algo similar, solo que no pasó por el mercado social y fue directo al comercial", señaló la especialista. Ella estuvo al frente de las investigaciones.

El Cerela tiene otros proyectos para ampliar los beneficios de los alimentos probióticos, según comentó Font de Valdez. Uno de ellos trabaja el aspecto cardiovascular, a través de bacterias lácticas que producen péptidos bioactivos. Tendrán efectos antihipertensivo e hipocolesterolemiantes.

Fuente: La Gaceta de Tucumán