"Hemos recopilado evidencias científicas sobre la utilidad de superficies de cobre dentro de la infraestructura del hospital. para la prevención de infecciones asociadas al cuidado de la salud, que así se llaman ahora las infecciones intrahospitalarias", afirmó la especialista chilena Valeria Prado.
Prado es profesora titular de Medicina en la Universidad de Chile y miembro de la Academia Chilena de Medicina, y participó recientemente en Buenos Aires de un congreso de la Federación Internacional de control de infecciones y seguridad del paciente, donde dio un simposio sobre el Proyecto Cobre Antimicrobial.
"Replicamos estudios en laboratorio, donde analizamos bacterias multirresistentes aisladas de pacientes con infecciones intrahospitalarias, e hicimos un modelo en un medio líquido en el que sumergimos plaquitas de cobre, en uno, y de acero inoxidable, en otro, para luego hacer recuento de colonias en las superficies de estas placas", relató Prado.
La médica afirmó que observaron que "en 48 horas, en la lámina de cobre metálico las bacterias no se adherían ni sobrevivían, en cambio sí lo hacían en el acero inoxidable -que siempre ha sido el paradigma de lo limpio-, adhiriéndose y multiplicándose".
El cobre, certificado en la estadounidense EPA (Agencia de Protección Ambiental) como el único metal con propiedades bactericidas, "sería tóxico para las bacterias, y en la medida en que hay mayor concentración de cobre en las aleaciones, produce la muerte de las bacterias en menor tiempo".
Para el humano hay "mucha tolerancia al cobre, que no es tóxico en las concentraciones en que se ingiere en los alimentos, y tocar superficies cobrizadas es muy seguro", precisó.
Tras la evidencia en laboratorio, la prueba clínica se realizó en el Hospital del Cobre de Calama, zona semidesértica del norte de Chile, en una institución que atiende al personal de las empresas cupríferas y a sus familias.
"En este estudio se estableció cuáles eran las superficies más tocadas por el personal y los pacientes, con mayor contaminación bacteriana, dentro de la sala de cuidados intensivos, que es donde las infecciones intrahospitalarias causan mayor mortalidad porque es donde los pacientes son más vulnerables", indicó Prado.
Esos puntos fueron las barandas de las camas, la mesa del paciente, el portasuero, los apoyabrazos de la silla de la visita y el lápiz del monitor en que la enfermera anota los controles.
Se decidió intervenir esas superficies y reemplazarlas por cobre metálico puro o sus aleaciones, tomando muestras de todos esos objetos durante 30 semanas, en tres salas cobrizadas y tres sin cobre.
Entonces midieron colonias de bacterias por centímetro cuadrado y cuando analizaron los resultados, observaron que "los objetos cobrizados tenían el 90% menos de bacterias, con una disminución muy significativa de la contaminación bacteriana en las superficies con cobre o sus aleaciones", afirmó Prado.
Fuente: Telam