El ruido ya no es el mismo de antes. El concejal Alberto Cortés propuso que Rosario actualice la ordenanza de control de la contaminación auditiva porque “la norma vigente de tiene cuarenta años de antigüedad y necesita ser ajustada a la nueva realidad”.

El edil aseguró que la ordenanza vigente “presenta diversas falencias ya que utiliza tecnología de medición que es considerada totalmente obsoleta”.

“El procedimiento de medición propuesto para el ruido en el interior de los domicilios afectados es impráctico porque obedece a la carencia de instrumental de la época en que se originó el proyecto, los niveles especificados para el ruido emitido por los vehículos están desactualizados”, explicó el concejal del Partido Socialista Auténtico.

Añadió que la norma vigente “no establece ninguna condición para el sonido admisible dentro de un local para usos específicos, por ejemplo dentro de una discoteca, lo que ha llevado a la necesidad de incorporar en otras ordenanzas y en forma imperfecta requisitos que llenen ese vacío normativo”.

Ante este panorama, Cortés propuso una nueva ordenanza para regir todo lo relativo a la prevención y el control de la contaminación por ruido y vibraciones en el ámbito del municipio.

Las propuestas

En ese orden, la iniciativa establece como obligación del Municipio desarrollar políticas y acciones que prevengan, controlen y eliminen toda forma de contaminación por ruido y vibraciones en el ejido urbano como realizar por sí o conjuntamente con otras instituciones programas y campañas de información y educación pública acerca de las causas y efectos del ruido y las vibraciones.

El proyecto de Cortés propone prohibir en Rosario la propaganda o difusión comercial realizada a viva voz, gritando o con altavoces tanto desde el interior de locales o establecimientos hacia ámbitos públicos.

También la detonación de explosivos y el disparo de armas de fuego fuera de ámbitos acondicionados adecuadamente para evitar el escape o filtración de ruidos, con excepción del disparo de armas por parte de miembros de la fuerza pública en ejercicio legítimo de sus funciones.

La ordenanza propone la prohibición de la propalación de música amplificada en cualquier local de espectáculos públicos en cuyo interior el nivel sonoro no se adapte a los certificados de aptitud acústica gestionados en Municipalidad.

En tanto, los trabajos de construcción, demolición, perforación, reparación y similares en la vía pública autorizados por la Municipalidad y realizados en horario permitido, deberán contar con barreras acústicas apropiadas que minimicen el impacto acústico sobre los alrededores.

Además, según la iniciativa, todo proyecto edilicio “deberá estar acompañado para su aprobación por parte del Municipio, de un estudio de impacto acústico, independiente o incluido en un estudio de impacto ambiental”.

En cuanto al ruido del tránsito vehicular se propone que “en caso de comprobarse que en determinada zona se alcanza el nivel de acción, se adoptará medidas correctivas como circulación restringida o desvíos del tránsito”
El edil agrega infracciones a la ordenanza con multas que van de 200 a 50.000 pesos.