Las escuelas del mundo están modernizándose y tratan de luchar contra los problemas de sus alumnos. La obesidad es uno de ellos. Por eso, en algunos estados norteamericanos como California se llegó a prohibir la colocación de máquinas expendedoras de gaseosas.

En esta misma línea, las autoridades educativas de Virginia Occidental evalúan instalar videojuegos de baile en los colegios para que los alumnos se ejerciten y, de esta manera, eviten aumentar de peso. Las autoridades  proponen la instalación del Konami Dance Dance Revolution, un popular videojuego, porque la región tiene el peor nivel de obesidad infantil de Estados Unidos. Por otra parte, el estado planea formar grupos para practicar el juego diariamente después de las clases.

Los resultados preliminares de un estudio de 6 meses sobre 50 niños obesos o con sobrepeso, de entre 7 y 12 años, mostraron que aquellos que usaron el juego durante al menos 30 minutos cinco días por semana mantuvieron su peso y redujeron algunos factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares o diabetes. En el trabajo se incluyó a una docena de niños que no jugaron durante las primeras 12 semanas, y que sí lo hicieron durante el resto del estudio. Los pequeños engordaron una media de 2,7 kilogramos durante la primera parte pero vieron cómo su peso se estabilizaba en la segunda mitad.

Emily Murphy, pediatra de la Escuela Universitaria de Medicina de Virginia Occidental, que formó parte del equipo de investigación, dijo que el estudió no controló la comida ingerida por los alumnos, pero aseveró que las investigaciones continuarán en los próximos meses. En otro orden, Murphy dijo que antes del estudio, la mayoría de los niños habían dicho sentirse torpes en su participación en el gimnasio y en la actividad física del colegio pero que después de usar el videojuego se sentían más confiados y querían probar con otros ejercicios.