El aumento de la videovigilancia en espacios públicos tiene su correlato en el ámbito privado. En las empresas rosarinas dedicadas a brindar servicios de seguridad indican que las ventas de los dispositivos aumentaron un 20 por ciento en lo que va de este año, en comparación con el mismo período de 2011.

El empresario Miguel Milano dijo al programa Telenoche (El Tres) que las cámaras de video se venden a empresas, profesionales, supermercados, pequeños y medianos comerciantes y casas de familia.

Agregó que muchas personas que adquirieron los dispositivos hace varios años están renovando los aparatos para actualizar la tecnología.

“La gente quiere tener más tranquilidad, más control, más disuasión”, dijo Milano. A la hora de enumerar beneficios, sostuvo que la videovigilancia es “más barata que tener una persona todo el tiempo”.

Sin embargo, el empresario vinculado a servicios de seguridad relativizó el efecto disuasivo de las cámaras porque “permite controlar lo que ocurrió después y tal vez no evita el evento”.