Como si fuese una gran familia, en el pueblito Onagoyti al sur de Córdoba los vínculos son tan estrechos entre los 22 candidatos y sus escasos 90 habitantes con edad para votar que les resulta muy difícil conformar la junta electoral que fiscalice las elecciones del domingo.

Según contó a Radio 2 Miriam Miau, la jueza de Paz del lugar, “la junta electoral aún está en trámite de formación” porque hasta este año la integraban, además de ella, otras dos personas. La directora de la escuela, que se jubiló, y otra persona más, que tiene relación directa con uno de los candidatos, por lo que no podrá participar este año.

El pueblo tiene un padrón de 90 votantes, 44 mujeres y 46 varones, y hasta ahora los intentos por armar la junta fracasaron. “Las nueve personas que fueron sorteadas tienen vínculos directos con los candidatos”, explicó Miau al programa Una Aventura Más.

La abogada rosarina señaló además que “no queda un porcentaje chiquitito” de personas que den con las condiciones para integrar la junta, pero aseguró que “no creo que haya impedimento en que se pueda formar” y que junto “a la nueva directora de la escuela estaremos fiscalizando el acto sin problemas”.