La organización civil Recuperación Social de Poblados Nacionales que Desaparecen (Responde) pone en práctica una serie de medidas para evitar el desarraigo de miles de familias de sus pueblos natales. Desde la instalación de aulas virtuales para cursar el secundario o una carrera universitaria a distancia, talleres de oficios tradicionales y emprendimientos turísticos que revalorizan la zona, las estrategias desarrolladas buscan despertar la economía de aquellos pueblos que poco a poco dejan de latir.
Es el caso de Andalgalá es un pueblo de 300 habitantes ubicado al norte de Catamarca –a 180 kilómetros de la capital de Tucumán– cuya actividad central era la producción de nogales. Sus pobladores dicen que el comercio sólo beneficiaba a los intermediarios y la escasez de agua y la falta de nuevas plantaciones y de inversión en tecnología diluyeron el negocio.
Las últimas mediciones del Censo Nacional indican que el pueblo está en riesgo de extinción, pero desde hace varios meses la comunidad emprendió un proyecto turístico para generar ofertas laborales y frenar la fuga de jóvenes. El pueblo tiene mucho potencial para el turismo rural", afirmó el director del área de proyectos de Responde, Alvaro Zone, y comentó que varias familias adaptaron sus casas para alojar a los futuros viajeros y ofrecerles almuerzos y cenas.
Otra población en riesgo de desaparición es Ñorquico, a 200 kilómetros de San Carlos de Bariloche, donde viven unas 400 personas. Allí, la oferta educativa es limitada por lo que los jóvenes deben dirigirse a la ciudad para estudiar.
El proyecto de desarrollo, en este caso, es un "aula virtual" donde unas 40 personas cursan el secundario a distancia. "Es una manera de retener a los jóvenes, capacitar a los adultos y romper el aislamiento", destacó Zone, y dijo que el próximo paso es instalar una biblioteca y un centro cultural.
Responde abrió una convocatoria hasta el 15 de febrero próximo para financiar proyectos en algunos de los 816 pueblos que, según la organización, están en riesgo de extinción en todo el país. Las bases están publicadas en el sitio web de la organización civil Responde.
Es el caso de Andalgalá es un pueblo de 300 habitantes ubicado al norte de Catamarca –a 180 kilómetros de la capital de Tucumán– cuya actividad central era la producción de nogales. Sus pobladores dicen que el comercio sólo beneficiaba a los intermediarios y la escasez de agua y la falta de nuevas plantaciones y de inversión en tecnología diluyeron el negocio.
Las últimas mediciones del Censo Nacional indican que el pueblo está en riesgo de extinción, pero desde hace varios meses la comunidad emprendió un proyecto turístico para generar ofertas laborales y frenar la fuga de jóvenes. El pueblo tiene mucho potencial para el turismo rural", afirmó el director del área de proyectos de Responde, Alvaro Zone, y comentó que varias familias adaptaron sus casas para alojar a los futuros viajeros y ofrecerles almuerzos y cenas.
Otra población en riesgo de desaparición es Ñorquico, a 200 kilómetros de San Carlos de Bariloche, donde viven unas 400 personas. Allí, la oferta educativa es limitada por lo que los jóvenes deben dirigirse a la ciudad para estudiar.
El proyecto de desarrollo, en este caso, es un "aula virtual" donde unas 40 personas cursan el secundario a distancia. "Es una manera de retener a los jóvenes, capacitar a los adultos y romper el aislamiento", destacó Zone, y dijo que el próximo paso es instalar una biblioteca y un centro cultural.
Responde abrió una convocatoria hasta el 15 de febrero próximo para financiar proyectos en algunos de los 816 pueblos que, según la organización, están en riesgo de extinción en todo el país. Las bases están publicadas en el sitio web de la organización civil Responde.