La policía uruguaya detuvo a un joven que circulaba por Punta del Este con un automóvil que en su baúl llevaba un cadáver: se trataba de un argentino de 59 años, que no han identificado públicamente, y que tiene un departamento en la Parada 3 de la Playa Mansa.

El aviso que recibió la autoridad policial fue anónimo a través del sistema de emergencia 911, sin que quedara claro por qué, alguien vio el curioso episodio y lo transmitió a tiempo para que detuvieran al que llevaba el cadáver.

La llamada, según las informaciones policiales, fue poco después de las cinco de esta madrugada y no llegó a la jefatura de Maldonado sino a la de la capital uruguaya. Desde Montevideo, las autoridades transmitieron el mensaje a la central policial del Este y ahí se activó un mecanismo de seguridad para bloquear las salidas de Punta del Este, con patrullas en los posibles caminos de fuga.

El vehículo de matrícula argentina y marca Citroen modelo C4, ya había dejado el boulevard Artigas, pasado la rotonda cercana a uno de los hipermercados más populares de la zona, y había tomado la Ruta 39 que va camino hacia la ciudad de San Carlos.

Ante la patrulla que buscaba controlar los autos que salían de Punta del Este, el Citroen aceleró con intención de seguir de largo y la policía comenzó la persecución.

Cuando detuvieron el automóvil comprobaron que lo conducía un joven uruguayo de 18 años que no era el propietario del Citroen y que –ya detenido– no resistió que revisaran el baúl del auto, en el que estaba colocado el cuerpo sin vida del turista argentino.

El joven –que vive en un barrio humilde cercano al Club de Golf de Punta del Este–, respondió que había ocurrido un accidente, que no tuvo intención de asesinarlo y que todo había pasado en el apartamento del argentino.

Funcionarios policiales y judiciales se trasladaron al edificio "Sol Este 1" de la Parada 3 para hacer una reconstrucción del episodio.

El joven declaró que ambos estaban en ese apartamento, que no fue un asalto ni nada similar, sino que había sido invitado por el dueño de casa, pero que en un momento comenzaron a discutir y forcejear. Y que en esa lucha, el argentino perdió el conocimiento cuando golpeó su cabeza contra la pared. Ahí sí, ante esa situación, el joven le puso un pañuelo en la boca y con un líquido que encontró en el botiquín del baño, y que lo asfixió.

Luego lo cargó en el automóvil, para llevarlo lejos y deshacerse del cadáver.