Tiempo atrás, un grupo de profesionales que desde hacía muchos años transitaba el tema de la reproducción, decidió crear una institución dedicada a la medicina reproductiva y salud integral de la mujer. Para eso pusieron a punto una propiedad en calle Italia donde se concentraron consultorios y laboratorios. El arquitecto Rafael Iglesias intervino el frente del mismo con láminas de acero. “Fue una solución atrevida, ya que obraba como un gran espejo que reproducía todo lo que ocurría y pasaba por nuestro frente. Lo que podía dar lugar a la imagen de aquello que se reproduce. Esa función del espejo en la vida”, indicó el ginecólogo Carlos Morente, integrante del Programa de Asistencia Reproductiva de Rosario (PROAR).

“El espejo, por fin nos ayuda a mirarnos y mirar para incorporar de los otros, experiencias y maneras de enfrentar la vida. Proar siguió evolucionando; construimos una nueva clínica, sin embrago, reservamos para este inmueble de calle Italia, los departamentos de psicología, actividad física y donación de óvulos. Siempre decimos que la reproducción es un deseo que genera ansiedad, angustias, miedos; es allí donde la psicología ejerce un aporte fundamental a la pareja”, agregó.

También allí se realiza la actividad física y se induce a los integrantes de la pareja a lograr un estado de relajación que coadyuve a los tratamientos de fertilización. Allí, en calle Italia también funciona Donación de Óvulos, un área más específica que de a poco se va incorporando en la sociedad. “Se trata de un tema profundo que demanda mucho apoyo de los médicos especialistas y de los demás profesionales que integran el equipo interdisciplinario de la medicina reproductiva, para que pueda ser entendido e incorporado y validado”, apuntó.

¿Y qué ocurre con la donante?

La decisión de donar es un acto de amor. Es un acto de entrega que marca a esa persona que es poseedora de aquello que otras personas pueden necesitar y manifiesta su voluntad de donarlo y pone su persona al servicio de alguien a quien no conoce, quien lo va a recibir sin enterarse quién fue la donante. La donante hizo su gesto de amor al decidir donar y además transita durante 15 días por consultorios y laboratorios para concretar esa decisión. Este gesto no tiene un valor; lo único que podemos decir es gracias. Gracias a ese amor a la vida que una persona joven es capaz de sentir, transformándolo en acto.

Supongo que el Servicio recibe a ambas pacientes: quien va a recibir y quien dona. ¿Es así?

Todo este proceso se ejecuta de acuerdo a un procedimiento técnico médico; la persona que dona va a pasar por distintas etapas: una evaluación psicológica, una evaluación ginecológica, una evaluación genética, una evaluación infectológica. Nos manejamos con estándares muy bien establecidos para cada uno de estas etapas, para recién después considerar a esa donante apta o no.

¿Hay un límite de edad en la donante?

Debe ser una mujer joven, menor de 32 años según los estándares nacionales e internacionales, para poder ser donante, debe tener todos estos controles aprobados para considerarla apta. Debemos cuidar que este acto de donación no sea agresivo para ella, y para que su óvulo tenga el mayor grado de seguridad para que sea donado.

¿Es, en definitiva, un acto de sumo cuidado para ambas mujeres?

En realidad, la medicina en su todo debe ser una práctica del cuidado de la salud. El acto médico en sí, se dirige a hacer lo que no se puede conseguir de otra manera, pero cuidando a quienes participan del mismo. Esto va a redundar en el bien hacer y en el buen resultado.

¿Qué tasa de embarazo tiene el Programa de Ovodonación de PROAR?

Tenemos una tasa alta que está por encima del 50% por transferencia, lo cual se manifiesta como un mecanismo eficiente a la hora de ser necesitado, ya que está por sobre el promedio de todos los tratamientos de reproducción. Esto es así ya que lo que hacemos es ir depurando problemas; por un lado, tomamos un óvulo que se origina de una mujer en las mejores condiciones; y por otro lado, le estamos transfiriendo ese óvulo a una mujer que está intacta. En ambos casos la fisiología está preservada en su máximo nivel.

¿Fertilidad e infertilidad, no es sólo cuestión de mujeres o de hombres, sino de la pareja?

En medio de esto está el espermatozoide; ya que sabemos que él va a ser partícipe de una buena fertilización y un buen embrión. El transporte un material genético que va a mezclarse con la otra mitad del material genético que aporta el óvulo. A la hora de la reproducción deberemos tenerlo evaluado para que participe de un buen resultado.

Lo hemos ido aprendiendo en la medida que fuimos incorporando mayor conocimiento. Antes veíamos al espermatozoide como una célula ´todo terreno´, capaz de salir del cuerpo de una persona, estar en ambientes hostiles durante un tiempo. Viaja por el trayecto vaginal, sube por sus propios medios, llegar al óvulo y perforarlo. Es una célula preparada para recorrer largas distancias y alcanzar su cometido. En millones de años de evolución aprendieron el por qué cada eyaculación exterioriza millones de espermatozoides y cada ovulación un óvulo.

El espermatozoide es un sobreviviente.

También aprendimos que la edad en el hombre también importa; que determinados hábitos y ciertas patologías importan. Este es un proceso de aprendizaje que nunca termina es la medicina; aprendimos a detectar causas que son difíciles de entenderlas, luego aprendimos qué producen esas causas; y luego empezamos a entender cómo corregir aquello que produce las causas; esto se da en la medicina y en la reproducción.

No es otra cosa que la síntesis de la vida.

La medicina y la reproducción se han visto beneficiadas por los aportes de la biología molecular y la ingeniería genética. Hemos avanzado mucho y se seguirá avanzando, pero hay cosas que no vamos a poder modificar como es la biocronología; sabemos que la función reproductiva es propia de la gente joven; a una edad cesa. La búsqueda del ser humano es eterna y siempre los límites nos hacen aprender y evolucionar. En la mujer nosotros estamos trabajando en cómo podremos preservar su función reproductiva cuando por distintas causas se limita y creo que la criopreservación de los óvulos; un método que de manera biotecnológica hace prolongar la capacidad reproductiva.

Carlos Morente
Carlos Morente | Médico Ginecólogo | Matrícula: 6709 | Proar Centro Médico - Programa de Asistencia Reproductiva de Rosario