Ariel Zapata está llevando al límite sus posibilidades físicas por estos días para alcanzar un objetivo: estar en condiciones de disputar el clásico ante Central, el próximo domingo a las 14 en el Coloso. El aguerrido volante volvió a las canchas el sábado, en el partido preliminar ante el Granate, aunque el técnico Pablo Marini había negado esa posibilidad el último viernes. Y ahora, cuando sus compañeros se preparan para jugar ante Tigre, Pepi se dispone a realizar tres jornadas de entrenamiento futbolístico para acelerar la recuperación de sus maltratadas rodillas.
Sin embargo, y a pesar de la excelente relación entre técnico y jugador – la trilogía se completa con el presidente Eduardo López -, Marini envío algunas señales inequívocas de su postura de cara al derby rosarino. Claudio Husaín es un jugador fundamental para el entrenador, si no recuérdese la amargura de Pomelo cuando el Turco fue expulsado ante Banfield en la fecha previa al clásico pasado. Y la preservación de Bernardello ante Tigre para que no exista la posibilidad de que acumule su quinta amarilla, indica que el Cabezón tiene un lugar asegurado en el choque más esperado. Es cierto que cabe la posibilidad de que jueguen los tres volantes centrales frente a Central, como alguna vez ya ocurrió, pero no parece ser una alternativa viable en este presente del equipo. Como mucho, Zapata deberá aguardar su chance sentado en el banco de suplentes.
Por otra parte, Damián Steinert otra vez se queda afuera de un partido debido a su persistente molestia muscular, que a esta altura y a pesar de las explicaciones del cuerpo médico, tiene olor a desgarro. De todas formas, Marini se encargó de aclarar que ya está casi recuperado y que estará apto físicamente para el domingo. Para ese trascendental encuentro, también estará de vuelta Justo Villar, quien no atajó en el amistoso entre Paraguay y Venezuela.
Marini habló de la situación actual de Zapata


