El concejal Jorge Boasso propondrá que se prohíban las colas que impliquen una espera de más de 30 minutos. "También permanecer en filas a la intemperie en el exterior y toda práctica de atención al público que obligue a esperas mayores a 90 minutos, aún cuando se provea de suficientes asientos”, precisó.

El edil radical impulsará un proyecto de ordenanza para que en Rosario también se considere como “trato indigno” al consumidor o al usuario este tipo de prácticas en comercios, instituciones e incluso en la administración pública “ya que el Estado es quien tiene que dar el ejemplo en el cumplimiento de la ley”, sostuvo el edil.

L a iniciativa toma el antecedente de la Legislatura porteña, que aprobó una Ley que establece como "práctica abusiva" hacer filas por más de media hora o a la intemperie.

De esta manera, se podrá denunciar a instituciones o locales que sometan a usuarios o consumidores a este tipo de esperas prolongadas.