Las estadísticas sobre los abusos sexuales son contundentes. De acuerdo al último informe de unicef sobre el tema, una de cada cuatro mujeres y uno de cada nueve hombres sufrieron alguna violación en la infancia y muchos de ellos no se animan a decirlo. Por otra parte, Naciones Unidas acaba de publicar un informe que sostiene que sólo el 5 por ciento de los casos de violación terminan en una condena al violador. Los casos de abuso sexual son aun más complejos si se trata de menores de edad. ¿Qué sucede en cada caso en particular? ¿Por qué muchas veces es un tema del que no se habla o no se denuncia? ¿Se puede en alguna oportunidad “inventar” una situación de abuso por algún motivo?

De acuerdo a estadísticas de la Comisaría de la Mujer de Rosario, que en lo que va del año existieron 6 casos de “falsas denuncias” de violación que fueron realizadas por adolescentes de entre 13 y 17 años. Las chicas que llegaban a la oficina policial para hacer la declaración terminaban diciendo que el abuso no había existido, sino que lo estaban inventando para sacar del hogar a algún integrante del entorno familiar que molestaba (los denunciados fueron padres, padrastros y tíos).

La titular de esa repartición, Mariel Arévalo, aclaró a Rosario3.com que este tipo de denuncias no son cosa de todos los días: “serán unos 3 ó 4 hechos por mes donde las adolescentes hacen falsas denuncias de violación por conflictos de convivencia con algún integrante del entorno familiar”. La funcionaria aclaró que la denuncia se investiga hasta aclarar el hecho. “Muchas veces son las mismas chicas las que terminan diciendo «Lo denuncié porque quería que se vaya de casa». Esto significa que hay problemas en el entrono familiar y lo que hacemos nosotros es derivar a la menor a una institución que trabaje los conflictos familiares y los problemas de convivencia”, explicó.

Arévalo sostuvo que desde la Comisaría de la Mujer no se desentienden del tema porque "si una mujer denuncia una violación que no existió también debe tener un tratamiento”. El objetivo que tienen en la institución policial es “que no se vaya una mamá enojada con su hija por haber inventado la situación”, dijo Arévalo y aclaró que para lograrlo “le hacemos entender a las mamás que uno se defiende con las herramientas que tiene”.

¿Una adolescente hace una falsa denuncia o luego se rectifica por temor? Para Liliana Pauluzzi, directora de la Casa de la Mujer, una ONG que trabaja con casos de violencia contra la mujer, “no puede hablarse con tanta liviandad de falsas denuncias”. Pauluzzi desplegó ante Rosario3.com una lista de opiniones de juristas e investigadores del tema que sostienen que “muchas veces la rectificación de una denuncia de violación es la confirmación del hecho”. Es decir, la negación de la situación conflictiva es considerada muchas veces como un paso habitual en un proceso conflictivo.

En varias oportunidades las menores “desmienten” la declaración inicial por temor o para no romper el equilibrio familiar. “Cuando se da el abuso y no se hace visible se mantiene un equilibrio familiar donde hay un abusador y una víctima en silencio, pero cuando se denuncia se rompe ese equilibrio y termina sufriendo la víctima. Las rectificaciones se hacen en la mayoría de los casos para no romper el equilibrio familiar o porque el violador es el sostén económico del hogar”, explicó Pauluzzi.

La directora de la Casa de la Mujer concluyó en que mientras el sexo siga siendo tabú, “mientras no se implemente una ley de educación en las aulas, mientras no se hable del tema, los chicos no se animarán a denunciar. Cuando se da la apertura de espacios para hablar de sexo hasta una amiguito puede contar un caso de violación por alguien que no se anima a hablar”, concluyó la experta.