Tras el rayo fatal que cayó en Villa Gesell, Rosario3.com vuelve a publicar una nota sobre qué son y qué hacen estos fenómenos, y sobre todo como evitarlos.

El ingeniero agrónomo Luis Blotta precisó qué se entiende por “rayo”: “Es uno más de los varios electrometeoros que existen. Un rayo es una descarga electrostática natural durante una tormenta eléctrica generalmente asociada a nubes cumulonimbos. Esa descarga genera un haz del rayo, y se agota al finalizar la trayectoria del rayo (nada queda electrificado). Están en juego unos 30.000 amperios, con valores máximos superiores a los 300.000 A por millonésimas de segundo, con potenciales estimados en 15.000 kV y desprendiendo una energía térmica de 8.000 ºC. Los rayos pueden ocurrir de una nube a otra, dentro de una nube, de una nube al suelo, o de una nube al aire”, explicó.

Cuando un rayo descarga en la ciudad, se producen dos efectos principales. “El primero es el contacto directo del pulso electrostático del rayo con objetos; hasta que se extingue, con severísimos efectos térmicos, eléctricos y mecánicos”, indicó. “El segundo-siguió- son los efectos negativos del pulso electromagnético que circunda en unos cien metros a la redonda del contacto a tierra del rayo, produciendo efectos destructivos en ese mismo volumen”.

Por su parte, desde el Instituto de Física Rosario (IFIR), el doctor Rubén Piacentini, enumeró algunas medidas de prevención para reducir el riesgo de sufrir daños por descarga de relámpagos sobre personas. Antes que nada, es bueno seguir de cerca las indicaciones sobre alerta de tormentas que se dan a través de los medios de comunicación. Para ello, se puede acceder al Servicio Meteorológico Nacional a través de www.smn.gov.ar.

Un indicador para las personas que se encuentran en el exterior es el erizado del cabello o vellos del cuerpo. Esto se debe a las cargas eléctricas que se está acumulando cerca del suelo.

Dado que los relámpagos tienden a producirse entre las nubes y la Tierra, en general a través de estructuras en forma puntiaguda, “es fundamental que se aleje de árboles, postes verticales, paraguas desplegados, etc”, señaló. Por el contrario, es necesario buscar refugio en el interior de viviendas. Para Piacentini “un auto, camión, ómnibus, tractor u otro medio de movilidad que tenga cabina metálica de protección, es muy adecuado como lugar, ya que el metal de la estructura externa y los neumáticos producen una muy buena aislación eléctrica y no permiten que la energía del relámpago ingrese al interior, aún en el caso que se descargue en el móvil. Es de señalar que esto depende también de la mayor o menor intensidad de los relámpagos, del área vidriada del móvil, entre otras cosas”.

“Hay que alejarse de las alturas, de aberturas al exterior y de cuerpos de agua, tanto de piscinas, lagos, ríos y mares”, apuntó y subrayó: “Tampoco hay que tomar contacto con estructuras metálicas (rejas, vallas, tejidos, cables, aparatos eléctricos, tuberías, etc)”.

“Apenas escuche truenos o divise el avance de la tormenta, desconecte los aparatos del hogar con suministro eléctrico y salvo emergencia, no utilice el teléfono fijo (por la conexión con cables de dicho aparato). El celular puede emplearse, porque no hay cables de conexión, salvo durante su carga, la cual debería suspenderse en ocasión de relámpagos”, continuó.

Si una persona se encuentra al exterior, los relámpagos son cercanos y no tiene posibilidades de protegerse en un lugar seguro, el físico aseguró que es conveniente “adoptar la posición de seguridad ante relámpagos” y explicó al respecto: “Retire de su cuerpo todos los objetos de metal, ubíquese de ser posible en cuclillas (para reducir la superficie de contacto con el suelo) o sobre material aislante (goma, madera, plástico suficientemente grueso) y coloque sus manos sobre las orejas, para reducir el impacto sonoro”.

Blotta también expuso: “No hay que correr, entrar al agua si se está en una piragua, dejar el palo de golf y acostarse si se está practicando ese deporte; si se está nadando suspender el ascenso de brazadas. Si se va caminando con un paraguas, bajarlo y cerrarlo. Bajarse de moto, o bicicleta. Y siempre- remarcó- hay que esperar que se vaya la tormenta”.