"Hubo un fuerte intento de desestabilización contra Cristina (Kirchner); la querían echar de la Casa Rosada porque no claudicó". Esa fue la acusación textual que realizó el máximo responsable del partido justicialista, Néstor Kirchner, en una nueva embestida contra el campo.
Es que el ex presidente, quien encabezó un acto en la sede de la UOM, vinculó esas maniobras al conflicto agropecuario. En este marco, denunció que a los chacareros nunca les gustó la democracia y que por ello durante las protestas contaron con "apoyo logístico de sectores procesistas".
El líder partidario reclamó a los ruralistas "que no extorsionen más, que no traten de parar las industrias, que no desalienten la inversión y que no sean tan avarientos porque la avaricia es una cualidad anticristiana".
Por otra parte, a horas de que vuelva el debate sobre el proyecto de retenciones móviles en el Congreso, reclamó a los diputados: "Voten sin miedo a lo que digan los medios". Y abundó: "No tengan miedo, que escriban lo que quieran los medios, el miedo lo tienen que tener cuando no se puedan mirar al espejo".


