Fue en la última pelota. Cuando los insultos hacia el equipo arreciaban, Moralez metió un golazo y convirtió la bronca en desahogo. Racing le ganó así 2-1 a un Lanús que volvió a mostrar que es un hueso duro de roer.

El partido se jugó en cancha del Granate, donde otra vez Racing demostró que no es un equipo que esté para dar pelea por el título.

Aun sin jugar bien, se puso en ventaja en el primer tiempo. Fue a través del Piojo López que hizo el primer gol desde que volvió al fútbol argentino.

Pero en el segundo tiempo, ya pasada la mitad, Sebastián Blanco Marcó el empate. Y volvieron las dudas.

Racing jugaba mal, no llegaba y era silbado con los hinchas. Lanús tuvo oportunidades de ponerse arriba pero no concretó. Y en la última jugada Moralez le pegó desde arriba y la pelota se metió por arriba del arquero Bossi. Gol, fin del partido y triunfo para un Racing que, a pesar del triunfo, volvió a ser agua.