“Había declarado anteriormente, pero fue la primera vez ante los imputados. Sentía la necesidad de contarlo mirándolos a los ojos”. La frase pertenece al ex canciller Rafael Bielsa que este martes declaró en los Tribunales Federales en el marco de los juicios a represores por causas de delitos de lesa humanidad en la región de Rosario durante la última dictadura militar.

Bielsa explicó que “la enorme necesidad de relatar los episodios frente a los ojos de los imputados” apareció como una “cosa instintiva”.

En diálogo con el programa Radiópolis de Radio 2, el ex funcionario nacional que fue secuestrado durante la época de la dictadura en pleno centro de Rosario, repudió las actitudes y dichos de los imputados en las primeras jornadas del juicio cuando se burlaron del público y de los querellantes y tuvieron consideraciones despectivas para algunos sectores sociales.

“En los alegatos, Amelong y Guerrieri dijeron que la guerra no terminó porque los piqueteros son los Montoneros de hoy. Además, Pagano se burló del público. Sentí que durante mi declaración esa actitud estaba ausente”, dijo Bielsa y detalló que mientras hablaba en el juicio “lo escuchaban con atención”.

El ex canciller recordó que fue secuestrado a pocos metros de los Tribunales Federales donde estuvo declarando este martes. “Fue como un cuento borgeano”, manifestó.

“Me secuestraron en Oroño y Rioja, en el cantero central, dos personas armadas. Luego siguió un viaje de 45 minutos hasta lo que yo creo que es (el centro clandestino de detención) La Calamita”, relató.

“Me preguntaré hasta la muerte por qué a mi me tocó sobrevivir y por qué otros no sobrevivieron. Los que sobrevivimos no somos los mejores. Los mejores, en los momentos de la tortura enfrentaban a sus torturadores y por eso los mataron. Los mejores murieron”, dijo Bielsa.

“En mi caso, durante la tortura, no tenía la actitud de enfrentarlos. Quería morirme rápido por el dolor de la tortura. Creí que era mejor morirse, que vivir habiendo delatado a un compañero libre”, concluyó Bielsa.