Un cuarto de hora es demasiado tiempo para pedir a un paciente que mantenga uno de sus músculos contraído mientras los médicos observan los detalles de su forma, cómo se agranda, o cómo se curvan las fibras internas. Muy pronto será posible hacerlo en un máximo de 90 segundos, si se cumplen las expectativas generadas por un nuevo sistema desarrollado en la Universidad Simon Fraser (SFU), en Canadá.
Un software desarrollado por el profesor James Wakeling, del departamento de Fisiología Biomédica y Quinesiología, y por el estudiante Manku Rana, podría mejorar las actuales herramientas de imagen médica gracias a un método de procesamiento de señales que además permite ampliar el estudio de la función muscular.
El objetivo de Wakeling a la hora de desarrollarlo era mejorar los modelos usados en el software de simulación musculoesquelética que sirven para predecir cómo se mueve la gente y cómo actúan las fuerzas en sus articulaciones. “Ahora podemos ver realmente cómo cambia la estructura interna de los músculos al contraerse”, afirma.
Para ello, su sistema utiliza imagen por ultrasonidos, tecnología de captura de movimiento 3D y el software de procesamiento de datos que han desarrollado, que, según afirman, es capaz de escanear y capturar mapas tridimensionales de la estructura muscular en 90 segundos.
“Para obtener la orientación 3D del fascículo muscular se recogen imágenes 2D con una sonda de ultrasonido lineal en el modo B, junto a un grupo de tres marcadores ópticos fijados a la sonda para obtener su posición y orientación en tres dimensiones”, explica José Fernando Jiménez, profesor del departamento de Actividad Física y Ciencias del Deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). El mecanismo de captura de movimiento informa sobre la posición y orientación de esos marcadores en función de una serie de traslaciones y rotaciones con respecto a un sistema de coordenadas.
En opinión de Jiménez, esta tecnología resulta prometedora porque la posibilidad de visualizar la arquitectura muscular en 3D ofrece ventajas relacionadas con aspectos biomecánicos. “Permitirá demostrar la utilidad de la tercera dimensión para ampliar el estudio de la función muscular”, comenta. “Sin embargo no queda evidenciado si permitirá el estudio de la lesión muscular”, puntualiza este experto.
Fuente: Technology Review
Un software desarrollado por el profesor James Wakeling, del departamento de Fisiología Biomédica y Quinesiología, y por el estudiante Manku Rana, podría mejorar las actuales herramientas de imagen médica gracias a un método de procesamiento de señales que además permite ampliar el estudio de la función muscular.
El objetivo de Wakeling a la hora de desarrollarlo era mejorar los modelos usados en el software de simulación musculoesquelética que sirven para predecir cómo se mueve la gente y cómo actúan las fuerzas en sus articulaciones. “Ahora podemos ver realmente cómo cambia la estructura interna de los músculos al contraerse”, afirma.
Para ello, su sistema utiliza imagen por ultrasonidos, tecnología de captura de movimiento 3D y el software de procesamiento de datos que han desarrollado, que, según afirman, es capaz de escanear y capturar mapas tridimensionales de la estructura muscular en 90 segundos.
“Para obtener la orientación 3D del fascículo muscular se recogen imágenes 2D con una sonda de ultrasonido lineal en el modo B, junto a un grupo de tres marcadores ópticos fijados a la sonda para obtener su posición y orientación en tres dimensiones”, explica José Fernando Jiménez, profesor del departamento de Actividad Física y Ciencias del Deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). El mecanismo de captura de movimiento informa sobre la posición y orientación de esos marcadores en función de una serie de traslaciones y rotaciones con respecto a un sistema de coordenadas.
En opinión de Jiménez, esta tecnología resulta prometedora porque la posibilidad de visualizar la arquitectura muscular en 3D ofrece ventajas relacionadas con aspectos biomecánicos. “Permitirá demostrar la utilidad de la tercera dimensión para ampliar el estudio de la función muscular”, comenta. “Sin embargo no queda evidenciado si permitirá el estudio de la lesión muscular”, puntualiza este experto.
Fuente: Technology Review


