Tal como lo había adelantado en Radio 2, el intendente Miguel Lifschitz envió este martes un mensaje al Concejo Municipal donde solicitó que le delegue facultades para fijar el precio del boleto del transporte urbano de pasajeros, a pesar de las críticas de la oposición. Previamente, el jefe comunal pretende que el Ente de Transporte realice un estudio actualizado de los costos del servicio, a conocerse en no más de 30 días, sobre cuyos resultados aplicará luego la variación en el precio del boleto.

La pretensión de fijar una nueva tarifa es garantizar la sustentabilidad del proceso de renovación de unidades así como el correcto mantenimiento del servicio. Sin embargo, desde la Unión de Usuarios y Consumidores, repudiaron esa posibilidad ya que "como el servicio no ha mejorado, no debería tocarse"”. “Las frecuencias son muy malas, algunas personas llegan a esperar 40 ó 50 minutos un colectivo”, señaló a Radio 2, el titular de esa ONG, Ariel Pérez.

De hecho, según un informe que publicó Rosario3.com, algunas fallas en las frecuencias se explicarían en la falta de control a las empresas (dato que se desprende de la causa por desvió de gasoil subsidiado por parte de Las Delicias). “Un servicios que está muy mal dado, muy mal prestado, es un despropósito que se aumente la tarifa”, agregó, por su parte, Pérez.

Además, según una encuesta en la calle que realizó Telenoche, la gran mayoría se mostró en contra del aumento (resultado obvio, pero que toma relevancia en los fundamentos de los vecinos). "Si tendríamos un servicio bueno, sí estaría bien el aumento, pero es malísismo", dijo una mujer. "Como estudiante me viene muy mal, pero si es para tener más frecuencias está bien, porque de noche tengo que esperar más de media hora", agregó un joven. "No es el momento, las cosas están mal", señaló un hombre. "Es terrible, porque el servicio es horrible", concluyó otro de los testimonios.

Superpoder

Más allá de las quejas, este jueves 21, por pedido de Lifschitz, el Concejo tratará el mensaje para delegar facultades, no incluido en el temario fijo, en una sesión extraordinaria. El nuevo precio estaría definido en 30 días, tras un estudio de costos.

“Siempre fui partidario de que esa facultad la tenga el Ejecutivo”, indicó Lifschitz en declaraciones a Radio 2 antes de entregar su presentación. Y abundó: “La ley orgánica del municipio es muy antigua y establece que es el Concejo Municipal el que rige y regula las tarifas. Independientemente de esto por el receso del Concejo, el período de transición y la reciente adjudicación amerita que podamos tener esa facultad por lo menos de forma transitoria”.

“La idea es que el Concejo lo disponga antes de fin de año”, dijo sobre su pedido. ¿Cómo conseguirá el oficialismo los votos necesarios para la aprobación del proyecto? Una posibilidad que se baraja es que lo apoyen los nuevos aliados Jorge Boasso y Néstor Trigueros. Aunque lo que parece más firme es que estos ediles, como acaso también los de ARI, se abstengan, con lo cual también le alcanzaría al oficialismo para sancionar la iniciativa.

Aunque no quiso arriesgar cuál será el nuevo costo, aseguró que la tarifa se va a modificar. “No vamos a dar montos del aumento y tampoco encomendaremos el Ente de Transporte que elabore un estudio detallado”, manifestó Lifschitz. Y aclaró: “Antes de marzo tendrá que efectivizarse el aumento y será siempre dentro de una alternativa prudente y a conciencia de la situación del bolsillo del usuario”.

Acerca de los cuestionamientos de los sectores de la oposición ante esta iniciativa, el intendente remarcó que “la tarea de ejercer el gobierno implica decisiones para los aplausos y para las críticas”.

Por último, el intendente aseguró que si bien la tarifa tendrá una suba, las franquicias no se tocarán porque no están en discusión.