Las repercusiones de la medida del gobierno de adelantar las elecciones legislativas de octubre a junio no se hicieron esperar, y la oposición salió a manifestarse mayoritariamente en contra.

El senador Gerardo Morales, titular de la Unión Cívica Radical a nivel nacional, sostuvo que "no se pueden cambiar las reglas de un día para el otro" y consideró la decisión oficial como “una gran irresponsabilidad” de parte de “los Kirchner, que eligen a dedo".

“No es la mejor manera de establecer relaciones de diálogo y tolerancia para encarar la crisis que viene. Lo único que le faltaba era esto, romper reglas de convivencia", agregó.

Por su parte, el también radical Ernesto Sanz, jefe del bloque de su partido en el Senado, vinculó las modificaciones a lo que considera un debilitamiento del gobierno de Cristina Kirchner.

"Esto hace un daño muy grande a la institucionalidad del país”, dijo, y apuntó: "Si hay crisis económica hay que tomar las medidas necesarias, pero no cambiar la ley electoral porque el gobierno está más o menos debilitado. No me parece serio".

La senadora Hilda Duhalde también apuntó a la "debilidad" del oficialismo para explicar el cambio. "Esto tiene que ver con problemas de un gobierno que se está deteriorando. Pesan los problemas económicos, la crisis, que todavía no pegó de lleno, y que va a ir empeorando la situación. Ellos lo saben y no atinan a tomar medidas acertadas. En cambio, deciden esto", analizó.

La medida anunciada por la presidencia establece que las elecciones legislativas nacionales originalmente previstas para el del 25 de octubre próximo se adelanten al 28 de junio.

Reutemann y Latorre tienen que evaluar

La senadora nacional del PJ Santa Fe, Roxana Latorre, dijo que la medida de adelantar las elecciones la “sorprendió”, aunque no se animó a arriesgar una opinión sobre el tema porque –dijo–aún no analizó el tema con su compañero de bancada Carlos Reutemann.

Latorre quien –junto al Lole– abandonó el bloque del Frente para la Victoria, no quiso adelantar su voto en el Congreso. Y dijo que se había comunicado con los senadores kirchneristas Miguel Pichetto y José Pampuro quienes le aseguraron que la semana próxima el proyecto ingresará para su tratamiento a Diputados y se espera que en 15 días se trate en el Senado.

“Creemos que tuvo que ver en la decisión el cronograma de Capital Federal y un acuse de recibo de la baja en la imagen del gobierno nacional”, evaluó la senadora peronista en declaraciones a la prensa porteña.