El concejal de PSA-Proyecto Sur Alberto Cortés volvió a traer a escena el debate por las bicisendas al criticar a la intendenta Mónica Fein porque por un lado dice querer desalentar la llegada de autos particulares al centro pero por el otro “poco y nada hace” para arreglar las que están dañadas.

Las ciclovías en la ciudad aún son tema pendiente. Todavía no se resolvió la polémica por la bicisenda de calle Salta, entre San Nicolás y Oroño, resistida por comerciantes y que, según trascendió, frenó la habilitación de más de 15 kilómetros de senderos exclusivos para bicicletas. También quedaron en espera dos tramos importantes: Rondeau, desde Baigorria a Génova, y Sabín, desde Carballo hasta Alberdi.

El edil recordó que Rosario tiene construido algo más de 30 kilómetros de bicisendas. “No obstante muchas de ellas no se encuentran actualmente en estado óptimo. Además, existen otras problemáticas que repercuten directamente en el estímulo del uso de bicicletas por parte de los ciudadanos rosarinos, como la obstrucción de ciclovías por automotores estacionados, y la no implementación de la ordenanza 4052 que dispone de un sitio gratuito para bicicletas en estacionamientos”.

Cortés expuso un relevamiento sobre los pedidos de reparación de distintas ciclovías ubicadas en diferentes sectores de la ciudad: “La ciclovia de Uriburu entre Ov. Lagos y Ayacucho, reparación de rampas de acceso ubicadas en los cruces de calles de la ciclovía existente en Oroño desde Segui a 27 de Febrero, obstrucción de la bicisenda de Arijón desde calle San Martin”.

“De nuestros pedidos –agregó– sólo se ha mejorado la ciclovía que va de avenida San Martín desde calle Ayolas hasta Rueda por la vereda este y desde Ayolas hasta Virasoro por vereda oeste, en el marco de repavimentación de la avenida San Martin, y es meritorio reconocerlo”, señaló Cortés.

A su vez, el concejal del socialismo auténtico insistió sobre la implementación de la ordenanza 4.052 que data del año 1986 y que brinda un sitio para el estacionamiento de bicicletas gratuitos en edificios públicos y playas de estacionamiento y que "aún no se ha instrumentado", dijo.

Todo esto, observó, marca que el Ejecutivo “por un lado maneja un discurso de estimulación del uso de bicicletas en Rosario pero por el otro deja en estado de desprotección a los ciclistas”.