En las vacaciones no todo es color de rosa. A veces, llegar a destino trae más de un dolor de cabeza. El inmueble alquilado no es la casa soñada que mira al mar, el menú del hotel no es ni por asomo el acordado y el agua caliente brilla por su ausencia en la hostería en la que contratamos la estadía.

Para que las vacaciones no se conviertan en una pesadilla, desde la Red Argentina de Consumidores diseñaron una serie de requisitos que defienden los derechos de los viajeros

En contacto con Radio 2, Cristian Galindo, titular de la Red Argentina de Consumidores, manifestó que "lo principal es dejar constancia escrita de todos los pasos que hacen a la contratación de un servicio de viaje para este verano". "Si se dejó un depósito eso debe figurar en una factura, recibo o bien a través de un contrato", señaló Galindo. 

En el caso de que el trato sea pactado entre particulares, el titular de Adecua indicó que "hay que ser lo más detallista posible". "Se tiene que estipular, día y hora de la salida y la llegada y todos los servicios que se contratan", aseguró Galindo.

Para que las vacaciones sean agradables y para que no haya malas sorpresas controlar el estado del inmueble es fundamental y contar con la presencia de un agente inmobiliario es importante ya que así lo contempla la ley de defensa del consumidor. "Esto no siempre tiene que ver con la mala fe del locador, pero es necesario que sea bien detallado el contrato y siempre es conveniente contratar a través de un corredor inmobiliario y en el caso de que así sea tratar de tener una constancia del alquiler del departamento", explicó.

Pero si de cualquier manera los disgustos se hicieron presentes en la escapada de verano, queda una última oportunidad para no perder la posibilidad de resarcimiento: guardar todos los comprobantes.  "Propaganadas, publicidades, folletería de difusión del servicio. Y sobre todo, recibos o facturas de los pagos emitidos", concluyó Galindo.