Cristina Fernández de Kirchner aprovechó la videoconferencia de este jueves con Antonio Bonfatti para hacer referencia a dos temas sensibles que durante la jornada levantaron polvareda en la provincia. En el acto para la inauguración de nuevo puente que enlaza la Circunvalación con el acceso a la autopista a Santa Fe, la Jefa de Estado le dijo al gobernador santafesino que no hubo intromisión del gobierno federal en las decisiones del PJ local (que terminó postergando el tratamiento de la reforma impositiva para la semana próxima) y también le exigió al mandatario socialista que aplique en Santa Fe el mismo federalismo que se pide a nivel nacional.

El mensaje presidencial fue escuchado con paciencia por el gobernador santafesino que "puso la otra mejilla" tras la postergación del debate en la Legislatura, acaso porque el discurso dejaba traslucir que, al fin, la semana que viene el mandatario tendr{a lo que quiere: la reforma tributaria. Las palabras de Cristina también fueron destinadas al PJ santafesino que este jueves demostró sus diferencias en la Legislatura santafesina. La Jefa de Estado le dijo a su tropa que no acepta que nadie se atribuya la voz de la Casa Rosada en la provincia. "La presidenta no manda emisarios", dijo.

Durante la accidentada negociación de las últimas horas por la por ahora postergada reforma tributaria, mucho se habló de un mensaje que bajaba desde la Nación. Y fue lo primero que quiso aclarar y negar Cristina en diálogo con Bonfatti. Sin embargo, la jefa de Estado también dejó claro que reconoce a Agustín Rossi como un interlocutor válido, luego de mencionar que se mantuvo en contacto telefónico con el jefe de la bancada kirchnerista. Al lado del gobernador y el diputado nacional, escuchaba atentamente Alejandro Ramos, otro de los referentes territoriales que jugó fuerte en el debate legislativo de este jueves, en su caso para frenar la aprobación.

El acto

Desde Capital Federal, Cristina se comunicó con el gobernador que esperaba el contacto desde el club Residentes de Parque Field de Rosario. Bonfatti estaba acompañado por el secretario de Gobierno de Rosario, Fernando Asegurado; el diputado nacional Agustín Rossi; y el secretrario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos.

Luego de las formalidades de rigor, la Jefa de Estado sacó el tema de la reforma tributaria provincial e interpeló al gobernador. La mandataria lo hizo con un tono amable pero sin pausas ni concesiones para el santafesino.

“No quería dejarlo pasar. Hoy estuve hablando con el diputado Agustín Rossi (sobre la reforma en Santa Fe). Sé que usted es un federalista y jamas aceptaría que un presidenta le diga lo que tiene que hacer”, comenzó diciendo Cristina en referencia al gobernador.

“Sabe que quienes están sentados como legisladores no actúan por lo que dice esta presidenta sino por los intereses de su provincia”, continuó y le aclaró a Bonfatti: “La presidenta no manda emisarios; cuando quiere algo va, lo dice y lo presenta”.

“Quédese tranquilo que usted es el responsable de las finanzas. Lo que pasa en cada provincia es responsabilidad de cada gobierno”, añadió Cristina.

“A usted lo respeto profundamente como a todos los gobernadores del país. A todos (los gobernadores) los veo como mis colegas, aunque con menor grado de responsabilidad porque es una provincia”, describió la presidenta.

La presidenta quiso ser enfática y reiteró el concepto una y otra vez: “Quien gobierna (Santa Fe) es Antonio Bonfatti y no Cristina Fernández de Kirchner”.

Sin sacarse la sonrisa del rostro, la mandataria no dejó el tono de reto y le dijo al gobernador que la administración socialista deriva la mayoría de los recursos a las ciudades de Rosario y Santa Fe.

En ese sentido, le pidió a Bonfatti “un esfuercito para que el federalismo que se le reclama a la Nación se aplique también en la provincia”.

Apenas pudo, el gobernador dijo que desde Santa Fe nunca se pensó en “una intromisión del gobierno federal” en el asunto de la reforma tributaria y destacó el buen diálogo que mantiene el gobierno provincial con los legisladores de la oposición justicialista.

En ese momento, Cristina aprovechó para rematar el tema y quedar con la última palabra. Le contestó al gobernador que, ya que tiene un buen diálogo con la oposición justicialista, los diputados nacionales por la provincia de Santa Fe “acompañen un poquito” al gobierno federal.

El cruce picante entre la presidenta y el gobernador se dio luego de la caída de la sesión en Diputados por diferencias en el bloque del PJ para el tratamiento de la reforma tributaria.