Nadie esperaba un resultado así en el partido debut del grupo B de la Copa del Mundo, precisamente el que reeditaba la final de Sudáfrica 2010. Y mucho menos cuando España, el campeón vigente, se puso en ventaja en el primer tiempo con un tanto de penal marcado por Xabi Alonso tras una clara falta sobre el brasileño nacionalizado español Diego Costa. Pero sobre el epílogo de la primera etapa llegó el empate a través de una formidable palomita de Robin Van Persie, y fue el principio de la catástrofe española.

Fue un segundo tiempo para que el DT Louis Van Gaal y todos los amantes del fútbol lo cuelguen de un marco. Velocidad, agresividad, presión y contundencia redondearon una goleada histórica para los tulipanes, que terminaron demoliendo al conjunto de Vicente Del Bosque.

Arjen Robben y Van Persie fueron las grandes figuras del ganador, con un doblete para cada uno. El pelado del Bayern Munich hizo lo que quiso y desparramó a Iker Casillas, considerado uno de los mejores arqueros del planeta.

Sólo en el tanto de Stefan de Vrij, wel tercero de los naranjas (que esta vez vistieron de azul), hubo algo de polémica por una supuesta falta de carga sobre el portero español. Después, Holanda pasó por arriba a los campeones, que quedaron desorientados.

No solamente Casillas quedó en ridículo, también los defensores Pique y Sergio Ramos, del Barcelona y el Real Madrid, bailaron al ritmo de los delanteros holandeses.

No se puede decir que es una revancha completa porque en este partido no estuvo en juego la copa, como sí lo estuvo en el encuentro que España ganó en Johannesburgo con tanto de Iniesta. Pero el golpe es muy duro, a tal punto que se transforma en el peor arranque de un campeón del mundo en la historia.

Ahora, a Holanda le queda el camino allanado para pasar a la siguiente fase, mientras que España queda muy golpeada y le da esperanzas a Chile y Australia, los otros integrantes del grupo B de Brasil 2014.