Un informe realizado por el Ministerio de Educación de la Nación y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) para ampliar los conocimientos sobre el funcionamiento de las bibliotecas dentro del sistema educativo argentino demuestra que el 9 de cada 10 escuelas tiene una biblioteca, de las cuales cerca de la mitad tiene un acervo de más de 2.500 títulos, y sólo el 5,8% carece de este recurso (34 sobre las 600 encuestadas).

El relevamiento se llevó a cabo en el marco del eje de trabajo sobre lectura y libros consensuado en el ámbito del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), organismo perteneciente a la OEI.

La muestra se realizó entre septiembre y noviembre del año pasado en escuelas rurales y urbanas, públicas y privadas, donde se tomaron más de 14.500 testimonios a docentes, alumnos, bibliotecarios y directores de los niveles primario y secundario.

El trabajo, el primero que se realiza en su tipo, destaca que en los últimos cuatro años el 87,3% de las escuelas incrementó la cantidad de volúmenes y mejoró en general el material existente. Además, el 70% de las escuelas aplicó un plan de lectura el año pasado, y la mayoría de los directores consultados dijeron que no tenerlo "deriva en limitaciones para que los alumnos acceden a los textos".

No obstante en este punto -visto por niveles-, el 44,6% de los colegios secundarios consultados adhirió a un programa de lectura, frente a un 82,2% de los establecimientos primarios que sí lo hicieron.

"La estimulación de la lectura en los alumnos ocupa un lugar de mayor significación en el nivel primario. Y esto se expresa tanto en las acciones ligadas a la biblioteca, como en los alcanzados en las propuestas pedagógicas", dice el estudio.

En este punto, hay muy poca diferencia entre las escuelas de gestión pública y privada: el 65,1% de los establecimientos pagos aplica un plan para fomentar el hábito de leer, mientras que el número crece al 71,2% en las estatales.

Del estudio también surge que el mayor capital de las bibliotecas son los libros (99,4%), seguido de diarios y revistas, mapas y láminas y recursos audiovisuales, como videos, DVDs y diapositivas.

Los resultados de la encuesta fueron difundidos en la Biblioteca Nacional de Maestros situada en el Palacio Sarmiento, con la presencia del ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, autoridades de la OEI y representantes de las tres provincias estudiadas.

Al presentar el relevamiento, Sileoni consideró "muy auspicioso" este dato cuantitativo porque beneficia el proceso de enseñanza y aprendizaje, pero manifestó no estar satisfecho "todavía" con la calidad educativa.

De las tres provincias estudiadas, Formosa es la que recibe la mayor cantidad de libros de parte del Ministerio de Educación. Otra forma de obtención de libros y materiales es a través de donaciones. En este punto el 58,8% de las bibliotecas tiene libros recibidos por esta vía, mientras que la compra es una posibilidad sólo para la mitad.

El sondeo en alumnos de cuarto grado del primario muestra que el 65,9% lee libros de cuentos, poesías, novelas e historietas, el 25% de los chicos manifestó que lee libros de ciencias y un 56,8% respondió que va a la biblioteca a buscar un libro que le pidieron en clase.

Un porcentaje similar se revela en las opiniones de los chicos de la escuela secundaria. Según la opinión del 86% de los bibliotecarios, "la actividad más asiduamente desarrollada por los alumnos en la biblioteca es la consulta de libros y otros materiales de ciencias".

Por otra parte, casi la mitad de los alumnos dijo visitar la biblioteca más de seis veces por año y son mínimos los índices de quienes dicen haber asistido "una sola vez" o no haber concurrido nunca, mientras que casi el 80% de los chicos cree que el material que hay es "bueno o muy bueno".

Fuente: Télam