El sentido de Semana Santa cambia no sólo de país en país, sino que tiene una impronta diferente según ciudad e incluso depende mucho de cada persona. Así es que mientras algunos van a misa y rezan el rosario, otros prefieren sumarse a alguna ceremonia menos tradicional en espacios abiertos y también están los que aprovechan para ir a la playa.

De muestra, tres botones.

En Rusia, por ejemplo, un gran grupo de fieles se reunió en el monasterio de Donskoi en Moscú. Allí un sacerdote ortodoxo roció con agua bendita a unos seguidores. La Semana Santa es la principal fiesta de los cristianos rusos y su celebración era importante hasta en la época soviética. Hoy todavía se mantienen algunas actividades, como la del monasterio, pero la afluencia de público es menor a la de hace algunas décadas.

Un lugar en donde Semana Santa no perdió su importancia es en Jerusalem. En este espacio, varios cristianos ortodoxos llevaron velas al Santo Sepulcro, el lugar de crucifixión de Jesucristo, entierro y resurrección, durante la ceremonia de celebración de la Semana Santa. De hecho, muchas personas de diferentes partes del mundo se acercan en masa a Tierra Santa en esta época del año.

También están los que participan de las festividades en otros lugares del planeta. Están los que se disfrazan de personajes propios de la Santa Inquisición, varias mujeres se visten de vírgenes, hay procesiones, oraciones en masa.

Pero los ateos también celebran. Cientos de turistas se mueven hacia las regiones más populares para un descanso de varios días que permiten los feriados de Semana Santa, que cambian según la legislación de cada país. En España, por ejemplo, muchos son los que aprovecharon para tomar sol en la playa de Levante de Benidorm aprovechando las altas temperaturas del Sábado Santo.