Walter Ribonetto se convertirá este lunes en el primer refuerzo de Rosario Central. El presidente se reunirá en Buenos Aires con los dirigentes de Lanús y sus representantes para cerrar todo, pero se descuenta que será un simple formalismo porque ya está todo acordado de palabra. De hecho, el propio jugador lo confirmó: “Está todo acordado, el lunes se firma todo y de no haber imprevistos el martes me incorporo a Central. La negociación demoró más de lo esperado, pero por suerte llegamos a un acuerdo y jugaré en Central. Es un paso muy importante en mi carrera”, aseguró el zaguero.

Con la aparición entre las piezas de su plantel del defensor de Corral de Bustos, provincia de Córdoba, la dirigencia satisface el pedido del técnico Medelón de reforzar un puesto clave, donde habían quedado huecos tras las partidas de Azconzábal (a Las Palmas de España) y de Damián Ledesma (este lunes se cerrará su pase a Independiente en alrededor de 800.000 dólares). La experiencia y el impulso ganador que el Tino trae de Lanús, son bienvenidos en un plantel signado por la baja confianza.

Como contrapartida, se cayó la llegada del atacante Diego Manicero, que también parecía inminente. El delantero, que ya se había reunido con los directivos canallas y había acordado de palabra su vinculación a préstamo, tomó sorpresivamente la decisión de irse a Racing, argumentando que la propuesta de la Academia de Avellaneda lo seducía más.

Así, se cae un refuerzo que parecía definido. Y si bien es saludable la llegada de Ribonetto, ahora los dirigentes deberán redoblar esfuerzos para contratar un delantero que satisfaga el gusto del técnico. ¿Será Pablo Calandria? El ex atacante de Huracán, ahora en Albacete de España, fue ofrecido en las últimas horas y se convirtió en una alternativa válida. Si bien el discurso de Usandizaga es "nos retiramos del mercado de pases, porque en el aspecto económico se piden locuras", no se descarta que algún nombre que acerque algún intermediario, pueda ser estudiado. Las próximas horas serán decisivas.