Tras la ola de violencia que dejó 22 muertes, las Fuerzas Armadas de Brasil implementaron un operativo especial para garantizar la seguridad de los participantes de la XXXI Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur , que arranca este jueves en Río de Janeiro. Son doce los mandatarios que participarán del cónclave regional.

Miembros del ejército custodian la autopista, bordeada de favelas y barriadas, que une el aeropuerto con la ciudad de Río de Janeiro. Carros blindados circulan por la zona y grupos de soldados están apostados hasta en el frente del hotel frente a la playa de Copacabana que alberga a los presidentes.

Además del Ejército, efectivos de la Fuerza Aérea y la Armada serán parte del sistema de seguridad montado para la cumbre que concluirá el viernes. Por su parte, agentes de la Policía Federal se ocupan de escoltar a las comitivas de los mandatarios y ministros que comenzaron a llegar esta tarde.