La sensación que deben sentir los hinchas de Central al ver a Germán Rivarola con otra camiseta, es la misma que de pibes sufrimos todos alguna vez al ver a la piba de nuestros sueños abrazada por otros brazos. Es que Pirulo es el último ídolo de los canallas, y observarlo transpirar otra casaca (¡encima rojinegra!) debe ponerle a los canallas el ánimo al borde del llanto.
El zurdo de Santa Eufemia, como buen profesional que es, tuvo una buena performance en la tarde santafesina, algo que fue en detrimento del equipo que lo vio nacer. Igual, cree que los de Arroyito van a recomponerse: “Lamentablemente, sabemos lo que está pasando en Central. A mi me toca por todos los años que estuve ahí. Aparte, a los compañeros uno los ve mal, dolidos, y la verdad es que me queda una sensación fea. Pero creo que se pude revertir; Central siempre ha salido de situaciones complicadas, así que confío en que los pibes van a salir”.
A continuación, le tocó hablar de un tema más grato para él: este miércoles se cumplirá un nuevo aniversario del “Pirulazo”, aquel gol de zurda que le convirtió a Newell´s en el Gigante, que significó la clasificación a una nueva fase de Copa Sudamericana ante el rival de toda la vida: “La verdad es que es un recuerdo hermoso. Siempre dije que fue el momento más lindo de mi carrera, así que cada vez que recuerdo ese clásico, se me genera un cosquilleo especial. Todo se me viene a la cabeza, el marco, el gol, los festejos... inolvidable”.

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