River derrotó por 3 a 2 a Tigre en Victoria y se situó a sólo una unidad de los punteros del Inicial 2012. Villalva, Sánchez y Lanzini anotaron para el visitante, y Orban y Ftacla para el local.
Tigre ahora acumula tres derrotas y se vuelve a comprometer con los promedios para el descenso al Nacional.

Con la victoria, River suma seis unidades y quedó a una de los tres líderes, Colón, Racing Club y Godoy Cruz de Mendoza.

El gol tempranero de Villalva, a los 10 minutos, no fue producto de la superioridad de River sino, más bien, del juego abierto que propusieron ambos en el inicio.

Pudo haber sido de Tigre, con un remate de Agustín Torassa y otro de Pérez García; pudo haber sido del Millonario pero antes, con un tiro del propio Keko.

La vocación ofensiva expuesta por uno y otro en ese comienzo le dio dinamismo al partido, pero evidenció a la vez los problemas de ambos en el relevo defensivo: sobraron espacios.

Así pudo correr 20 metros sin marca Leonardo Ponzio para habilitar por derecha a Villalva en lo que terminó siendo el primer gol (flojo García).

Y así pudo moverse cómodamente Rogelio Funes Mori en el área de Tigre, cinco minutos más tarde, antes de mandar un centro preciso para que Carlos Sánchez, de cabeza, elevara la cuenta a 2.

El guión de River, aun con la ventaja, conservó los errores originales. Y Tigre descontó. El autor del gol de Tigre fue Lucas Orban (un cabezazo a la carrera tras un buen centro de Pérez García), a quien Matías Almeyda recomendó otro destino antes del inicio del certamen, cuando había vuelto del club de Victoria.

La sucesión de emociones en los arcos declinó luego de esos 20 minutos iniciales, pero la posibilidad de nuevos goles se mantuvo abierta por los errores en la salida de Tigre, de un lado, y del otro por los incorregibles inconvenientes en el juego aéreo defensivo de River, sobre todo en la pelota detenida.

Una excelente jugada del Funes Mori delantero le permitió a los de Almeyda volver a sacar dos de diferencia a los 22 segundos del complemento.

El mellizo desbordó por derecha, envió el centro, recuperó el rebote y habilitó a Lanzini para el 3 a 1. Otra vez, el gol no era fruto de la superioridad sino de la búsqueda.

Tigre pareció sentir el golpe. Y este Tigre (sin el Chino Luna, sin Cachete Morales, sin Román Martínez), pareció quedarse sin respuestas. Pero River lo revivió. Barovero, el arquero contratado para solucionar buena parte de los inconvenientes defensivos, salió a cortar muy lejos un centro, perdió la pelota en la caída y la dejó servida, mansa, para la definición de Diego Ftacla, uno de los recursos a los que apeló Arruabarrena al mover el banco.

Pero, lo dicho, Tigre no tenía otra herramienta que los defectos del rival. River se ordenó, fue más prolijo en el armado de sus líneas y ya no pasó sobresaltos.

Todavía más: lo pudo liquidar con un remate del Chino Luna (debutó) que se estrelló en el travesaño. Hubiese sido un dedo en la llaga de los de Victoria.

Fuente: Télam