A sólo tres meses de inaugurada la obra, ya se robaron 200 metros del alambrado de protección instalado en el acceso a la ruta 34, en el norte de la ciudad.

La situación fue denunciada por los vecinos ante el riesgo al que quedaron expuestas muchas de las personas que a diario cruzan la calzada, sobre todo los cientos de chicos que asisten a escuelas de la zona.

El tejido cumplía una función específica: evitar que los peatones atraviesen la ruta por cualquier sector y sólo lo hagan por un sector habilitado, con el fin de prevenir accidentes. Pero gran parte ese vallado desapareció y sólo quedaron los postes.

“A los dos meses de colocado lo empezaron a llevar”, relató un vecino para el informe de Telenoche (El Tres), y advirtió que “a diario cruzan cientos de chicos para ir a las dos escuelas” que están del otro lado del camino.

Lamentó también que el robo se haya producido a pesar de que la comisaría con jurisdicción en la zona se ubica a sólo cien metros del lugar.

El acceso había sido completamente habilitado el pasado 20 de junio, tras el acto del Día de la Bandera en Rosario. El Estado nacional invirtió 30 millones de pesos para que se construya la avenida urbana con dos carriles por mano, con iluminación, semaforización con cruces peatonales, saneamiento hidráulico y veredas laterales.

El contrato, licitado y controlado por la Dirección nacional de vialidad (DNV), estableció una sustancial mejora al ingreso a Rosario por el sector noroeste, con beneficio no sólo para el tránsito pasante, sino además, para los usuarios del conglomerado, y en especial de los barrios aledaños a la nueva avenida.