Una farmacia céntrica fue objeto de robo de un hombre que, tras alzarse con dinero y objetos personales de empleados y clientes se escapó. Fue perseguido por la policía y para evitar ser arrestado se escondió en un cine de películas condicionadas.
El periodista Héctor López informó por Radio 2 que este lunes a la noche, un hombre ingresó con intenciones de robo a la farmacia ubicada en Sarmiento al 800. Tras exhibir un arma y amenazar a los presentes, juntó el dinero de la recaudación y también se alzó con objetos personales de empleados y clientes: teléfonos celulares, relojos y billeteras.
El vigilador privado siguió al ladrón en su huida y dio alerta al comando radioeléctrico que se unió a la pesquisa. En tanto, el delincuente ingresó al famoso cine “de la cortada”, ubicado en la cortada Ricardone y calle Rioja con la intención de pasar inadvertido entre el público.
Y lo logró. No sólo se sentó en una butaca sino que, además, se quitó la campera -con la que lo tenía identificado la policía- y cuando se ordenó encender las luces de la sala, fue imposible encontrarlo entre los presentes.
Luego, cuando terminó la función, se pudo encontrar debajo de un asiento la prenda y algunos objetos robados. El ladrón había estado en el lugar pero nadie pudo identificarlo. La investigación del hecho está en manos de la comisaría 2ª.
El periodista Héctor López informó por Radio 2 que este lunes a la noche, un hombre ingresó con intenciones de robo a la farmacia ubicada en Sarmiento al 800. Tras exhibir un arma y amenazar a los presentes, juntó el dinero de la recaudación y también se alzó con objetos personales de empleados y clientes: teléfonos celulares, relojos y billeteras.
El vigilador privado siguió al ladrón en su huida y dio alerta al comando radioeléctrico que se unió a la pesquisa. En tanto, el delincuente ingresó al famoso cine “de la cortada”, ubicado en la cortada Ricardone y calle Rioja con la intención de pasar inadvertido entre el público.
Y lo logró. No sólo se sentó en una butaca sino que, además, se quitó la campera -con la que lo tenía identificado la policía- y cuando se ordenó encender las luces de la sala, fue imposible encontrarlo entre los presentes.
Luego, cuando terminó la función, se pudo encontrar debajo de un asiento la prenda y algunos objetos robados. El ladrón había estado en el lugar pero nadie pudo identificarlo. La investigación del hecho está en manos de la comisaría 2ª.