El sábado inauguró el Willie Dixon beach, un parador ubicado en el banquito de arena frente a 27 de Febrero que con su apertura intenta romper con la vergüenza de los rosarinos e instalar costumbres propias de otras ciudades, sobre todo europeas, como el topless.

Sin embargo, Rosario, o mejor dicho las rosarinas, aún no están preparadas para mostrar sus lolas al viento. Así, al menos quedó claro en la jornada de inauguración de la playa donde se lanzó un concurso de corte de corpiños, al estilo de la antigua Playa Franca propiedad en los 90 de la vedette Moria Casán. A diferencia de lo que sucedía en la costa con la playa de la vedette, esta vez en Rosario casi ninguna de las chicas presentes se animaron a pasar con su biquini por las tijeras del conductor del evento que se lanzaba a cortar las tiritas para que los pechos se lucieran.

Sólo tres mujeres se dejaron cortar el corpiño y sin duda fueron las más aplaudidas por la hinchada masculina. En la nueva playa, sin duda la que se propone como la más lanzada de la ciudad, parece ser que todo vale. Ayer a la tarde hubo box, recitales en vivo y un sector delimitado con un cordón de color donde las rosarinas que lo prefieran podrán exponer sus lolas al sol.

La timidez fue la reina de la tarde pero a lo lejos se divisó solo una atractiva morocha de nombre Laila sentada junto a una amiga. L amorena sin corpiño se lució con bajo perfil, pero al desnudo en ese sector exclusivo del parador.