A pesar de la oposición de los comerciantes locales, el Concejo Municipal prohibió este jueves a la tarde la fabricación, venta y distribución de juguetes bélicos en el municipio de Rosario, además de todo tipo de publicidad o formas de difusión que los refiera, directa o indirectamente.

El proyecto resalta que la prohibición alcanza expresamente a réplicas de armas de fuego y a todos aquellos juguetes que hagan referencia a brutales violaciones a los derechos humanos. Esa aclaración se da a raíz de la preocupación que habían manifestado los comerciantes.

El titular de la Cámara del Juguete de Rosario, Juan Benzi, había señalado a Rosario3.com este jueves a la mañana que “el proyecto no es del todo claro y no especifica cuáles son esos artículos”. “El tema es muy amplio y no se sabe bien que es lo que no hay que vender”, aseguró.

La reglamentación de la norma estará a cargo del Departamento Ejecutivo, se realizará con el consenso de todos los autores involucrados.

Violencia y negocio

Entre los fundamentos del proyecto del socialista Miguel Pedrana se señala que "todos aquellos juguetes que hagan mención a situaciones o cuestiones bélicas, involucran a los niños y a las niñas en lógicas dicotómicas de ganar o perder, matar o morir, donde gana el más fuerte, y en el cual se pierde cualquier tipo de valor sobre la vida del ser humano".

Países como Colombia y Honduras, provincias argentinas como Córdoba y Buenos Aires y ciudades como Guaymallén, sancionaron leyes similares.  La ordenanza se argumenta en la Declaración de los Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrada el 20 de noviembre de 1959.
De todas formas, el autor afirma que para la puesta en marcha de la nueva norma "resulta necesario apelar a la concertación de todos los sectores involucrados en la problemática: niños y niñas con sus familias, la escuela, los organismos gubernamentales a través de sus políticas sociales, los empresarios y fabricantes de juguetes, los comerciantes, los medios de comunicación".

Por su parte, desde el sector de los vendedores de los juguetes se preguntaron también por la sustentabilidad de sus negocios. “Qué será del futuro de las jugueterías si se sacan esos juguetes de los locales”, señaló Benzi.