Un día triste para Rosario. Este viernes a la madrugada, murió Darwinia Gallichio, una luchadora por los derechos humanos que desde Rosario trabajó por la recuperación de la identidad de miles de jóvenes que, como su nieta Ximena Vicario, fueron secuestrados por los militares durante la última dictadura militar. Sus restos serán despedidos este sábado a las 11 en el cementerio El Salvador. Desde hacía unos días estaba internada en el Hospital Italiano por un problema en su corazón.
Para la diputada provincial Alicia Gutiérrez, referente en materia de la lucha por los derechos humanos, Darwinia dejó “una buena enseñanza, sobre todo para los jóvenes, sobre la importancia de pelear con garra y con empuje, en su caso contra la dictadura y después para recuperar a su nieta y su identidad contra distintas circunstancias adversas".
La legisladora del partido Solidaridad e Igualdad (SI), que asistió al velatorio, señaló además que en el último tiempo la vio un poco “tristona” pero que ella supo dejar todo en la lucha por los derechos humanos. Por eso, dijo a Rosario3.com, “es una lástima que no podrá ver que se haga Justicia en la provincia con los represores (en alusión a los juicios de la verdad que se vienen)”.
Por su parte, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos lamentó la pérdida de “una luchadora incansable por los derechos humanos”. “Darwinia Gallicchio trabajó por la recuperación de la identidad de decenas de jóvenes apropiados durante la dictadura militar y su accionar fue un ejemplo para toda la sociedad en su afán por alcanzar la verdad y la justicia”, agregaron desde la provincia.
Un símbolo
Su pañuelo prolijamente atado en la cabeza, como recortado entre los árboles de la Plaza 25 de Mayo, su fuerte presencia atrapada en un cuerpo pequeño y frágil a primera vista, y su agradable predisposición la convirtieron en interlocutora habitual de quienes se acercaban a la ronda de los jueves en busca de respuestas.
Allí, Darwinia no tuvo reparos en relatar, palmo a palmo, cómo el dolor la convirtió en esa mujer fuerte que supo pelear por lo que más quería: recuperar a su su nieta: Ximena Vicario.
Una de sus últimas apariciones públicas fue cuando asistió al acto que los productores agrarios realizaron en el Monumento. Su presencia allí despertó gran polémica.
Su nieta, Ximena, es hija de Stella Maris y Juan Carlos Vicario, su hija y su yerno desaparecidos en 1977. Doce años después, luego de una lucha tenaz, pudo devolverle su verdadera identidad en un caso que se convirtió en simbólico y abrió la puerta para que muchos otros chicos pudieran volver a reunirse con sus verdaderas familias.


