La fiesta histórica. La de siempre, la que siempre identificó a la ciudad. Rosario celebra este martes el Día de la Bandera a toda orquesta, por más que falten el presidente Néstor Kirchner y el gobernador Jorge Obeid, que viajaron a España para una visita oficial. Por cierto, toda una paradoja: fue justamente para reafirmar el deseo de independizarse de España que Manuel Belgrano, de quien este 20 de junio se cumple un nuevo aniversario de su muerte, levantó por primera vez el pabellón nacional frente a la mismas costas del Paraná donde los rosarinos le rinden homenaje. En todo caso, las ausencias del presidente y del gobernador desinflan las expectativas políticas sobre el acto -por ejemplo, antes de conocerse el viaje oficial se especulaba que el Monumento sería un nuevo ámbito de enfrentamiento entre el gobierno y los militares-, pero para nada opacan una fiesta que en realidad ya empezó hace varios días con el campeonato de asado a la estaca, diversas actividades culturales y la visita guiada a la vida de Manuel Belgrano, una performance teatral que se realiza hasta este martes a la tarde en el Monumento y ya fue vista por miles de rosarinos y turistas que llegaron a la ciudad para el fin de semana largo. Pero los platos fuertes serán dos: el tradicional desfile cívico militar, donde la estrella será, seguramente, la bandera más larga del Mundo, la de Alta en el Cielo, a la que se le seguían agregando metros hasta última hora, y la actuación de León Gieco, a las 16, también frente al Monumento. Será una fiesta. Una fiesta monumental, más aún cuando, por estos días, la combinación de la fecha histórica con el Mundial de Fútbol ha hecho que, como nunca antes, Rosario esté cubierta de paños celestes y blancos en toda su geografía.