Desde los gobiernos de Rosario y Santa Fe defendieron la aprobación de la reforma tributaria ya que, según explicaron, implica la llegada de millonarias cifras que podrían paños fríos a las situaciones financieras críticas que afrontan ambas municipalidades. En caso contrario, sostienen, el año que empieza sería muy complejo de sobrellevar, al menos, en materia económica.

El secretario de Hacienda de Rosario, Gustavo Asegurado, sostuvo en diálogo con Radio 2 que “este año ha sido muy difícil y para los gobiernos municipales, claramente. Hemos hecho notables esfuerzos en un país con pérdida de producto y de empleo e inflación, los ingresos públicos sufrieron estos vaivenes”.

En este contexto, Asegurado pidió por la reforma tributaria: “La propuesta original integra 100 millones de pesos adicionales que para 2010 significan un aumento del 35 por ciento en coparticipación, es muy significativo”. Luego, remarcó: “Es muy importante que se apruebe la reforma porque de no aprobarse nos colocaría a todos los gobiernos locales en una situación muy delicada”.

Por su parte, el intendente de Santa Fe, Mario Barletta, aseguró que la reforma impositiva que el socialismo quiere aprobar entes de fin de año, implica “33 millones y medio de pesos para la ciudad, una cifra muy importante para un presupuesto de 660 millones que prevé un déficit de 19 millones”.

“La reforma significa conjugar el déficit y tener dinero para el pedido de actualización salarial. Si no hay reforma tendremos un déficit importante y no hay posibilidad de aumento”, indicó.